Marcha en Solidaridad con Casas de Estudiantes de Morelia

“Son las 8:30 en la Ciudad de México ¡Otra vez tarde! Vas corriendo camino
al trabajo, doblas la esquina de siempre. Sientes la presencia de un joven
detrás de ti, volteas hacia atrás, pantalones “cholos”, gorra, ropa
deslavada. Toma tu misma dirección, acelera el ritmo de sus pasos conforme
los tuyos, no hay duda, viene detrás de ti, seguramente se trata de un
psicópata. El miedo te inunda. Comienzas a correr, en eso te grita: -¡Sr(a)
se le cayó su credencial!”

En nuestro país, ser joven y ser pobre es sinónimo de delincuente, así lo
demuestra la forma en la que de manera común prejuzgamos a todo joven con
vestimenta sencilla que cruzamos en las calles de nuestra ciudad, pero ¿Te
has preguntado alguna vez: quiénes son y por qué están ahí esos jóvenes?

México ha alcanzado un punto histórico en población juvenil: 20.2 millones
tienen entre 15 y 24 años. De ellos la tercera parte no tiene empleo ni ha
podido acceder a la educación. Asimismo cuenta con 33 millones 403 mil
personas en rezago educativo, de ellos el 44% tiene entre 15 y 39 años de
edad.

En esta situación de precariedad nuestros jóvenes se ven obligados a migrar
de sus lugares de origen en busca de trabajo dentro y fuera del país y, en
los casos más trágicos, pero también los más comunes, terminan sumándose a
las filas del narcotráfico.

No podemos sentarnos a contemplar cómo se convierten en migrantes o
sicarios, ¡Convirtámoslos en estudiantes! Si bien en el país hay cada vez
más jóvenes, los espacios que se abren a la educación pública son reducidos
y, en la privada son inaccesibles económicamente.

La buena noticia es que en nuestro país, también hay jóvenes que
preocupados por esta situación, trabajan por transformarla. Es el caso de
la Coordinadora de Universitarios en Lucha (CUL) que aglutina a diversas
casas de estudiantes en donde los jóvenes pueden habitar mientras realizan
estudios universitarios, y del Movimiento de Aspirantes y Rechazados (MAR),
quienes desde hace años salen a las calles a exigir el derecho del pueblo a
la educación pública y buscan ampliar la matrícula en la Universidad
Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, ello ha hecho posible que miles de
jóvenes cambien su vida.

Sin embargo, no ha sido una labor sencilla, actualmente el gobierno estatal
de Michoacán que encabeza el priísta Fausto Vallejo Figueroa, ha negado los
recursos para que estas casas funcionen, entre ellos los necesarios para
difundir el nuevo ingreso en todo el estado, esto ha agudizado las
protestas estudiantiles. Con la justificación de “recuperar vehículos” (no
los había), apenas este 28 y 29 de abril, fueron desalojadas las casas de
estudiantes: “Nicolaíta”, “2 de Octubre” y, más tarde la “Lucio Cabañas” en
Morelia, Michoacán, ello sin orden de cateo, sin órdenes de aprehensión,
con violencia extrema. En este operativo se detuvo a 196 estudiantes, a
quienes se les amenaza y tortura. Los policías aprovechan para robar
computadoras y celulares. También se incomunica a aquellos que se
encuentran gravemente heridos. Hasta ahora quedan 14 estudiantes detenidos,
sin que se les respete un proceso legal justo, en cambio se amenaza de
muerte a los consejeros de las casas desde la rectoría de la Universidad
Nicolaíta.

Por ello exigimos:

¡LIBERTAD INMEDIATA E INCONDICIONAL DE LOS PRESOS DE CONCIENCIA!

¡DESTITUCIÓN DE SALVADOR JARA COMO RECTOR DE LA UNIVERSIDAD MICHOACANA!

¡POR LA DEFENSA DE LAS CASAS DE ESTUDIANTES Y SU DERECHO A EXISTIR!

MARCHA DEL ÁNGEL AL ZÓCALO MARTES 8 DE MAYO A LAS 15 HORAS