Madres buscando a sus hijas e hijos y buscando justicia

H.I.J.O.S. México en la Segunda Marcha de la Dignidad Nacional: Madres buscando a sus hijas e hijos y buscando justicia.

Por segundo año consecutivo, mujeres, Madres con hijas e hijos desaparecidos en los últimos años, se están manifestando en la principal avenida de la ciudad de México, están caminando del Monumento a la Madre al Ángel de la Independencia. Lo hacen en el día que tradicionalmente se denomina como “Día de la Madre”, 10 de mayo de 2013.

Han recorrido miles de kilómetros para decirle al país y al mundo, que éste, no es un día de fiesta, de regalos o de homenajes, es más bien, un día de resistencia ante la impunidad, el olvido y el silencio.

Han salido a la calle a gritar los nombres de sus hijas e hijos, a mostrar los rostros, las fotografías, las Historias de aquellas mujeres y aquellos hombres que les faltan, que nos faltan, todos los días, todo el tiempo.

Por eso, en este día, queremos recordar lo siguiente:

• La desaparición forzada en nuestro país es una práctica sistemática de larga data, cuyo origen y herencia se remonta a los tiempos de Gustavo Díaz Ordaz. Allá por 1969, el 19 de mayo de ese año, fue detenido el profesor Epifanio Avilés Rojas en Coyuca de Catalán, Guerrero. Sus captores eran comandados por el general Miguel Bracamontes: “Súbanlo y llévenlo al Campo Militar Número Uno” ordenó ese personaje mientras señalaba la avioneta que lo trasladaría a ese siniestro lugar. Desde entonces, nada sabemos del maestro Epifanio y a su desaparición han ido sumándose cientos, miles en los últimos años.

• Si bien, la práctica de este crimen empezó como una forma de aniquilamiento a la oposición política, en los tiempos recientes ha tomado matices muy variados y complejos, propios de la realidad nacional. Sin embargo, esto no debe confundirnos, la desaparición forzada es un crimen de lesa humanidad, que injuria y agravia a la sociedad en su conjunto, por lo que no es un hecho aislado, producto de la casualidad o del exceso de las fuerzas de seguridad policiacas, militares o paramilitares, ni tampoco es un hecho atribuible solo a la “delincuencia o al crimen organizado”, es pues, una estrategia diseñada e implementada desde las más altas esferas del poder público, es un mecanismo de control y exterminio, es una forma de escarmiento y terror social.

• La impunidad es un “cheque en blanco” para seguir perpetrando este crimen, es la certeza de que no habrá ni investigaciones efectivas, ni castigo a los responsables. Es un pacto que la alternancia del PAN hizo con el PRI y que ahora el PRI está haciendo con el PAN, por eso no han sido enjuiciados ni sancionados los más tenaces violadores de derechos humanos, ahí están, paseándose, ocupando puestos públicos o llenando con sus nombres nuestras calles y avenidas, el colmo del cinismo, el mundo al revés. Como dice el escritor Eduardo Galeano: La impunidad premia el delito, induce a su repetición y le hace propaganda: estimula al delincuente y contagia su ejemplo. Y cuando el delincuente es el Estado que viola, roba, tortura y mata sin rendir cuentas a nadie, se está emitiendo desde arriba una luz verde que autoriza a la sociedad entera a violar, robar, torturar y matar.

• Por eso es fundamental que el pueblo mexicano recuerde su historia y no deje pasar la memoria, de lo contrario el horror vivido en los últimos años, será el horror que vivirán las futuras generaciones, no lo permitamos ni tampoco seamos indiferentes.

Queridas Madres,

Nuestro encuentro con ustedes y con otros familiares de personas desaparecidas o asesinadas ha sido complejo y agridulce, casi siempre doloroso. Por un lado corroboramos la reedición del horror vivido en años anteriores, la perversidad y el sinsentido gubernamentales, y por el otro, nos enorgullecemos de su enorme dignidad y fortaleza, de su valentía y perseverancia, sí pero no, decíamos en alguna de nuestras reuniones.

Quienes llevamos años o décadas exigiendo la inmediata presentación con vida de nuestros familiares nos ha resultado difícil transmitir la importancia de la lucha frente a gobiernos incapaces y sin voluntad política verdadera. Sabemos que es sumamente doloroso e inimaginable mirarse en nuestro espejo y pensar que su trabajo puede convertirse en una lucha de años frente a la falta de respuestas y de justicia efectiva. El camino puede ser largo y con viento en contra, pero no imposible.

Somos Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio. Somos hijas e hijos de una misma historia, de una causa común que nos hermana y que nos identifica. Somos hijas e hijos de unos padres que lucharon por un mundo más digno y justo, que soñaron, que fueron consecuentes. Y hoy, somos hermanas y hermanos de sus hijas e hijos, de esa generación que ustedes trajeron a este mundo, son nuestras hermanas y hermanos de vida.

Por eso estamos hoy aquí, por eso caminamos con ustedes, marchamos a su lado, exigimos en conjunto. Con ustedes, luchamos porque las y los desaparecidos sean presentados con vida y para que los responsables sean llevados a los tribunales para ser juzgados conforme a derecho, jamás con un sentido de venganza, verdad y justicia es nuestra exigencia.

También venimos a abrazarlas con brazos de cariño y admiración. Venimos a aplaudirles y a darles las gracias. Gracias por dar el siguiente paso de nuestras doñas del Comité ¡Eureka!. Gracias por salir a la calle a exigir. Gracias por colectivizar la maternidad y por resignificar su ser de madre. Gracias por ser valientes y dignas, por decir No cuando es No y por no intimidarse ante ningún funcionario, gracias, muchas gracias por ser y estar.

Como lo dijimos hace un año:

¡Madres de la marcha los H.I.J.O.S. las abrazan!

Porque l@s desaparecid@s nos faltan a tod@s
¡Viv@s l@s llevaron! ¡Viv@s l@s queremos!

No olvidamos. No perdonamos. No nos reconciliamos

Juicio y castigo a los responsables y sus cómplices.