El balón es redondo

(y la polémica y el debate
deseables siempre).

En la cancha de estos días
donde al rodar el balón
se genera una emoción
que nutre las fantasías,
más allá de ideologías
que pretenden condenarlo
el futbol hay que jugarlo
¿y triunfar?, ¡mejor aún!
1-0 a Camerún
¿es indigno celebrarlo?.

¿Lo impide el juego tramposo
de la política real
en cuya cancha brutal
nada es fair play amistoso?;
todo ahí es dribling doloso,
zancadillas del poder,
todo perder o perder
sin epopeya, ¡sin gracia!
la pinche partidocracia
¡goleándonos a placer!

¿Y que corresponde hacer?
renegar del TRI del “piojo”?
¿convertir todo en abrojo
y en fosas dónde caer?.
si me ponen a escoger
entre flagelo y deslíz,
decido: me hizo felíz
ver el balón en las mallas
a pesar de los canallas
que hoy traicionan al país.

Guillermo Velázquez B.

Juglar de fiesta y quebranto.