Mayo Rojo

Diez años han pasado desde que el pueblo de San Salvador Atenco resistiera la ocupación policiaca-militar de sus tierras.
El saldo fueron la violencia sexual contra decenas de compañeras, dos compañeros muertos, muchísimos heridos, la incertidumbre de lo que pasaría, la vigilancia constante, la carcel.
Pero Atenco no bajó la guardia ni perdió la rabia, pues sabían bien cómo se las gastan esos jijos que derrotados esa vez, pospusieron sus designios para después.
Diez años han pasado y el gobierno pretende imponer su mito del progreso, la absurda idea de que el aeropuerto allá en Texcoco vale más, mucho más que la tierra, el agua, el aire.
Ni modo, dicen los compas, al fin que en Atenco hay memoria.{{}}