Desde Italia

Genova: 10 años después, 10 compañeros se arriesgan a 100 años de cárcel

Compañer@s:

compartimos una reflexión de algun@s compañer@s del equipo de apoyo
legal (entre l@s cuales compas de nuestro colectivo) sobre la herencia,
en terminos de procesos, que nos queda de aquellas historicas jornadas
del G8 2001, donde - no sobra repetirlo - fue asesinado el compañero
Carlo Giuliani y fueron reprimidas cientos de miles de personas que
decían NO al neoliberalismo y promovía la acción directa. En el articulo
van algunas consideraciones puntuales y se hace un resumen de los
procesos que se armaron sea en contra de los manifestantes que en contra
de los policías.

La verdad y la historia no se escriben en los tribunales, pero ahi hay
que estar hasta que no estén libres nuestros compañeros y acabe la
venganza sobre los chivos expiatorios de una revuelta que fue de todos y
todas nosotras.

Traducción de Nodo Solidale del texto original en italiano:
http://www.autistici.org/nodosolidale/news_det.php?l=it&id=2125


Genova: 10 años después, 10 compañeros se arriesgan a 100 años de
cárcel

"Me parece que quienes están organizando las manifestaciones y
celebraciones para este décimo aniversario de los hechos del G8 de
Genova se concentren mucho en las victimas de la policía, sobretodo
aquellas de la Díaz y de Bolzaneto, y muy poco en los manifestantes que
aún se arriesgan a pasar 15 años en la cárcel. Esto, en mi opinión, se
me hace algo "extraño" porque en aquellos procesos ya "ganamos",
mientras en estos, sobre nuestros manifestantes, todavía hay siete
personas que esperan a la Corte. Además, algunas de ellas en ese
entonces eran muy jóvenes y corren el riesgo de pasar buena parte de su
vida en un penal. Sería importante que la atención, en este aniversario,
se concentrara sobre esto, se lo meritarían mucho. También llevando
nuevamente la atención sobre el delito de "devastación y saqueo" que
después del 2001 no creo haya sido aplicado nuevamente. Quizás sería
oportuno también entre nosotros juristas una reflexión sobre este
delito".

Laura Tartarini, abogada del equipo legal que desde las jornadas de
Genova le ha dado seguimiento a todas las fases procesales que se
desprendieron, sobre todo en contra de los manifestantes, señala
perfectamente lo que queda de Genova 2001 a 10 años de los hechos.
"Devastación y saqueo" es un delito que ya no se había tipificado desde
la Segunda Guerra Mundial y que fue reutilizado por la Procuradoría de
Genova por los hechos del G8 en 2001, luego de dos otros intentos: uno
fallido, en Turín, por la manifestación por la muerte del anarquista
Baleno, el 4 de abril de 1998; y otro logrado, en Roma, en el 2002, en
contra de unos "ultras" (aficionados de fútbol). Los elementos que
integran el delito son: el orden público puesto en crisis, el daño
repetido de bienes, también con la "comparticipación psíquica" entre los
imputados. Es decir, no es necesario que se haya "devastado" en efecto,
sino es suficiente estar presente mientras otros devastan... Y es lo que
pasó a algunos justo en aquellos días de julio. Contra los cuales no hay
otra evidencia que un cristal roto o una foto en frente de un
supermercado saqueado.

Más allá de las experiencias vividas y de los análisis políticos
hechos, este es el dato importante que queda de este década: siete
personas que se arriesgan hasta a 15 años de cárcel.
Siete malos a sacrificar para balancear los malos del otro bando, es
decir las fuerzas policíacas que, sin embargo, no fueron consideradas
tan malas, viendo las continúas promociones y elevaciones de rango que
beneficiaron.

Porque la memoria de Genova, hecho a un lado todo trabajo de análisis
político y elaboración de la memoria misma, se ha jugado sobre dos
procesos principales: el proceso para los hechos de la Díaz y el otro
por lo ocurrido en el cuartel de Bolzaneto (dos lugares donde los
policías golpearon y torturaron a los manifestantes). Pero el proceso a
los 25 manifestantes, de los cuales tras varias absoluciones quedan sólo
siete, ha sido siempre ignorado por la mayoría de los comités surgidos
desde la experiencia genovés (en primer lugar "Verità e Giustizia"). Los
25 son malos, a lo mejor son del Bloque Negro, el espantapájaros que
recorre Europa, una cómoda teoría sobretodo para quienes en aquellas
jornadas de Genova marchaban en la cabeza de las manifestaciones. Eso se
hizo aún más realidad también entre los imputados mismos, con la
absolución de todos los manifestantes participantes en calle Tolemaide
(en los enfrentamientos donde fue asesinado Carlo Giuliani). De 25
quedan 7, considerados super malos también por los imputados mismos.

Los casos Diaz y Bolzaneto concluyeron con algunas condenas entre las
Fuerzas de Seguridad y las compensaciones para los manifestantes. Las
responsabilidades políticas para quienes organizaron la represión o
dieron la orden para que todo eso ocurriera quedan en la vaguedad, y no
quedan reconocidas por ningún tribunal.

En el proceso de la Díaz, el 18 de mayo de 2010, la tercera sección de
la Corte de Genova reforma la sentencia del juicio de primer grado
condenando toda la cumbre de la cadena de mando de la Policía, absuelta
en el antecedente juicio. En total son condenados 25 imputados sobre 28,
con una condena que suma 98 años y 3 meses de reclusión. En particular,
el ex-comandante de los anti-motines de Roma, Vincenzo Canterini, fue
sentenciado con 5 años de cárcel, el jefe de la agencia anticrimen
Francesco Gratteri y el ex vicedirector del UCIGOS (Unidad de
investigación especial) Giovanni Luperi con 4 años cada uno, el ex
dirigente de la DIGOS (policía política) de Genova Spartaco Mortola y el
ex vicejefe de lo SCO (Servicio Central Operativo) Gilberto Caldarozzi
con 3 años y 8 meses cada uno. Un dirigente de la policía, Pietro
Troiani, acusado con Michele Burgio de haber sembrado materialmente las
botellas incendiarias para acusar los manifestantes, fue sentenciado con
3 años y 9 meses.

Ante todo lo mencionado, la izquierda democrática, el asociacionismo y
los mismos movimientos no supieron siquiera hacer una campaña para que
se adecuaran las Fuerzas de Seguridad a las reglas de despliegue a que
están sometidas las demás policías europeas: por ejemplo con la
aplicación de los números identificadores sobre los uniformes. También
el intento de instalar una (inútil) comisión de investigación naufragó.
Han faltado los números también en la izquierda.

Por años en las calles y marchas después de lo de Genova se ha gritado
la consigna "la memoria es un engranaje colectivo", sin embargo una
memoria que se da sólo en los tribunales es una memoria ciega. Dejar que
eso ocurriera por años ha facilitado una remoción colectiva. A pesar de
la gran cantidad de informaciones, vídeos y reconstrucciones realizadas
inmediatamente después lo del 2001 y en los años siguientes se han
disuelto sea el recuerdo que la elaboración. Una remoción mental que de
alguna forma también quiso esta clase política que, a pesar de haber
nacido en esta historia, durante los años naufragó junto a toda la
izquierda institucional.

Sin embargo es triste pensar que después de 10 años lo que queda son
las imágenes del asalto a la escuela Díaz por parte de la Policía hechas
por Indymedia: los gritos, las caras ensangrentadas o los horripilantes
testimonios de los torturados en el cuartel de Bolzaneto. A veces se
tiene la sensación que, años después, estas historias sean más fuertes
de la imagen del cuerpo de Carlo Giuliano, tendido en Piazza Alimonda,
matado por una bala de la pistola del carabiniere Placanica. Más fuertes
de las ideas que llevaron 300,000 personas a marchar en Genova en contra
del neoliberalismo.

Afortunadamente las nuevas generaciones de activistas y compañer@s - es
suficiente con mirar al movimiento estudiantil - que eran ausentes en el
2001 por obvias razones de edad, no traen consigo esta sensación de
derrota y abatimiento que se dio tras Genova. Y quizás el 14 de
diciembre en Roma se demostró (más info:
http://www.autistici.org/nodosolidale/news_det.php?
l=es&id=2065 ).

Regresando a las palabras del abogada Laura Tartarini: "Sería bueno que
alguien, en ocasión del decenal, se encargara de hablar de este proceso
que queda a cargo de los manifestantes; porque se podría imaginar
abstractamente una mayor firmeza sobretodo en los primeros años después
del G8, pero a 10 años de lo ocurrido pensar que hay siete persona que
se arriesgan a pasar hasta 15 años en la cárcel por, a lo mejor, haber
lanzado una piedra o agarrado dos paquetes de queso en un super, es
verdaderamente triste y peligroso".

A la Corte le falta todavía algo de tiempo, más allá del decenal de
julio de 2011. El partido en Genova, entonces, aún no acabó y no va a
acabar hasta que haya siete presos que tienen que pagar por querer
gritar sus ganas de cambiar el mundo.

El proceso a los 25

Los hechos

Art. 419 del Código Penal Italiano: “Cualquiera, salvo en los casos
previsto en el art. 285, es responsable de hechos de devastación y
saqueo es castigado con una reclusión de 8 a 15 años”.

Las investigaciones que llevaron a procesar 25 manifestantes empezaron
pronto después del G8, casi exclusivamente gracias a las imágenes y
vídeos de distinto origen, difundidos por todas las oficinas DIGOS
(policía política) italianas. El trabajo de los DIGOS fue ponerle un
nombre a todos los rostros posibles: las investigaciones estaban miradas
a demostrar quienes estuvieron en Genova y en sus calles. Este trabajo
lleva a alrededor de cuarenta identificaciones.

En la madrugada del 4 de diciembre de 2002, por orden de la
Procuradoría genovés, son investigadas 23 personas en 18 ciudades
italianas y se ordenan 45 allanamientos. La magistrada Elena Daloisio
ordena la detención inmediata para 9 de los 23 indagados, a pesar que
los hechos habían ocurrido ya desde un año y medio.

Las acusaciones son de “devastación y saqueo” (delito con penas
previstas de 8 a 15 años), incendio, fabricación y posesión de material
explosivo, posesión de arma, resistencia y violencia contra la
autoridad. No se les tipifica un delito de tipo asociativo pero aparece
la teoría de la “comparticipación psíquica”.

El proceso

Marzo de 2004: se abre el proceso y se reciben las “pruebas”: 3 dvd’s
montados ad hoc por el inspector Corda con las grabaciones de aquellos
días.
Son escuchados los policías y los carabineros que mandaban los
distintos contingentes desplegados por las calles de Genova en julio de
2001: desde los testimonios de Mondelli e Bruno sale que la primera
carga contra la marcha de los Monos Blancos fue una decisión autónoma y
repentina de los carabineros. Gracias a los materiales vídeos y
fotográficos, además, los abogados demuestran que los carabineros
atacaron la marcha no utilizando los normales toletes en dotación a esta
corporación sino distinto objectos “no convencionales” como palos de
metal y varillas.

Diciembre de 2007: en el juicio de primer grado, 24 manifestantes son
sentenciados con un total de 110 años de reclusión: de 25 manifestantes,
sólo una absolución. 14 manifestantes son condenados por los daños
durante los hechos de calle Tolemaide (donde fu asesinado Carlo
Giuliani): las penas llegan hasta dos años y 6 meses, para ellos el
delito de “devastación y saqueo” es desclasificado y la resistencia a la
agresión de los carabineros es considerada como reacción a un acto
arbitrario y, desde luego, no constituye delito. Los demás 10
manifestantes son condenados por devastación y saqueo por ser parte del
Bloque Negro: las penas van desde los 6 años hasta los 11 años. Para 4
de ellos el MP pide también 3 años de libertad vigilada e interdicción
permanente en las oficios públicos (o sea que después de pagar la pena
deberán pagar también con 3 años de libertad vigilada).

Octubre de 2009: para 15 de los manifestantes se confirma la
absolución, mientra a los 10 acusados por devastación y saqueo se les
aumentan las penas en comparación a las que se sentenciaron en el juicio
de primer grado, con un total de 98 años y 9 meses de cárcel: algunas de
las penas asignadas (hasta 15 años) resultan más altas de las que, por
lo común, en Italia se dan por delitos mucho más graves, como el
homicidio.

Falta todavía la sentencia del tercer y último grado, la Suprema Corte.

Proceso Díaz

Los hechos

El conjunto de las escuelas Pascoli - Díaz - Pertini, en julio de 2001,
fue entregado al Genoa Social Forum (GSF) para realizar en centro de
medios libres y tener un lugar de encuentro entre los distintos grupos,
además que como dormitorio (aunque este último fue un uso impropio que
no se pudo evitar).

La noche del sábado del 21 de julio, algunos pelotones de policía, a
paso marcial, invaden sea la escuela Díaz que la Pascoli. En su camino
encuentran al activista de medios libres Mark Covell que es golpeado
brutalmente y dejado moribundo. En la Pascoli la furia de los policías
se desata sobre las computadoras de abogados, médicos y activistas,
además que, en medida menor, contra las personas que son obligadas a
sentarse con la cara al muro o al piso mientras los locales son
cateados.
En la Díaz es una matanza. Al entrada violenta sigue una cacería al
hombre, cuarto por cuarto en todo el edificio. Rápidamente corre la voz
y afuera llega una muchedumbre de periodistas y activistas. En la Díaz
son arrestados 93 compañer@s presentes (algunos cuantos logran
milagrosamente huir). 71 están heridos, tres en condiciones muy graves,
de los cuales uno moribundo. 75 de ellos, incluso todos los heridos
menos graves, son llevados al cuartel de Bolzaneto y torturados.

La mañana, en una rueda de prensa en la Comisaría de Policía, los 93
son acusados de integrar una organización internacional dedicada a la
“devastación y al saqueo”. Los primeros policías entrados al edificio
habrían sido agredido “con armas” y a lo interior de la escuela se
habrían hallado “armas peligrosas”. Muy pronto, tales afirmaciones se
demostraron falsas y, desde luego, cayeron las acusaciones en contra de
los arrestados, pero sólo después de dos años se descubrió que fue falso
también el hallazgo de dos botellas incendiarias y el intento de
acuchillamiento de un policía. El allanamiento a la escuela Díaz fue
decidido por los más altos dirigentes de la policía presentes en Genova
por el G8, en una reunión que se dio en la noche del 21 de julio de
2001, tras dos días de choques con un muerto, cientos de heridos y
“pocos” arrestos, en el cuarto del cuestor (autoridad provincial de
seguridad pública en Italia) Colucci. A facilitar la reunión estaba el
prefecto Arnaldo La Barbera, jefe de la Policía Preventiva, llegado en
la tarde desde Roma. También estuvieron presentes Gratteri (jefe del
Servicio Central Operativo – SCO), Caldarozzi (vice del SCO), Murgolo
(vice cuestor de Bolonia), Mortola (jefe de la DIGOS de Genova) y desde
las diez de la noche también estuvo Canterini, jefe de los anti-motines
de Roma.
Todos ellos participaron en la agresión en la escuela: el permiso se lo
dio Gianni De Gennaro (en ese entonces jefe da la Policía Italiana y hoy
jefe de los servicios secretos), por teléfono.

El proceso

Diciembre de 2004: Son imputados 28 hombres muy cercanos al Jefe de la
Policía por “falso y calumnia”, básicamente por el asunto de las dos
botellas incendiarias sembradas y por “lesiones personales en concurso”
por la brutal golpiza en la Díaz. A lo largo de dos años pasan como
testigos todos los muchachos golpeados y arrestados esta noche y
muchísimos testigos más. La discusión en la sala del tribunal no ahorra
golpes de escena: entre otros hay que recordar la desaparición de las
famosas botellas incendiarias como cuerpo del delito. Se realizan muchos
interrogatorios a varios imputados policías, ninguno de los cuales logra
reconstruir la cadena de mando de aquella noche.

Noviembre de 2008: Sentencia de primer grado. Son condenados a 4, 3 y 2
años Vincenzo Canterini y algunos sus subordinados.
Hubo otras condenas menores pero sobretodo absoluciones: sea por la
Pascoli, sea por el falso acuchillamiento. La acusación pidió 28
condenas para 29 personas procesadas por un total de 109 años de cárcel:
fueron dictados 35 años y 7 meses de prisión, más 800,000 euros de
compensación a repartirse entre noventa victimas.

Mayo de 2010: La tercera sección de la Corte de Genova cambia la
sentencia de primer grado condenando todo el mando de la Policía que fue
absuelto en el precedente juicio. En total son condenados 25 imputados
de 28, por una condena total que suma 98 años y 3 meses de reclusión.

Junio de 2010: la sentencia de la Corte condena a De Gennaro (que en
mientras pasó a dirigir el Departamento de Informaciones por la
Seguridad) a un año y 4 meses. Mortola es sentenciado con un año y dos
meses. Tras la condena (contra la cual se apelará en la Suprema Corte)
el prefecto anunció sus dimisiones que fueron rechazadas por el Gobierno
con el pleno apoyo de todos los partidos políticos.

El proceso a la Red “Sur Rebelde”

Es otra venganza de la Magistratura italiana para balancear los
procesos contra los policías. Es el primero que se abre y dura hasta 8
años.

Trece militantes del sur de Italia son acusados de formar parte de una
asociación subversiva llamada “red meridional del Sur Rebelde”, a la
cual habrían adherido grupos antagonistas meridionales unidos en la idea
de turbar las funciones del gobierno italiano, subvertir violentamente
el orden económico constituido en el país, suprimir la globalización de
los mercados económicos, cambiar el orden del mercado del trabajo. Los
integrantes del grupo, controlados por meses por la policía política
(ROS y DIGOS), habrían participado en las manifestaciones de Genova
(julio de 2001) tomando parte en los enfrentamientos con las fuerzas
policíacas y en las devastaciones.

El 15 de noviembre de 2002, por orden de la Procuradoría de Cosenza,
los grupos especiales de la policía (ROS y GOM) arrestan a 18 luchadores
sociales de la red meridional del Sur Rebelde, asignando la detención
domiciliar a otras cinco personas. En total, son 41 las personas
indagadas en la investigación en relación a los hechos de Genova y a las
“pruebas generales” de marzo de 2001 en Napoles, donde hubo violentos
choques por el Global Forum.

La magnitud del operativo, el desproporcionado número de tropas
desplegadas por los arrestos y las características de los penales a
donde fueron llevados los presos, dan a pensar desde el inmediato que lo
que pasó en la noche del 15 de noviembre de 2002 no fue la misma
“equivocación” de siempre, disfrazada de operativo anti-terrorista, sino
una verdadera represalia en contra de todo el movimiento.

En diciembre de 2004, en la sala del tribunal, se confirman acusaciones
muy graves: asociación subversiva, conspiración política, devastación,
asociación para delinquir, atentado en contra de los organismos
constitucionales del Estado y el orden económico. El Estado se presenta
como victima y exige una compensación por daños morales por 10 mil
millones.

Sólo en julio de 2010 la Corte confirmó la absolución total de todos
los imputados por inexistencia de los hechos.

— 

Resumen de los hechos de Genova:
http://es.wikipedia.org/wiki/Contracumbre_del_G8_en_Genova

Otro articulo en castellano a diez años del G8 de Genova:
http://www.kaosenlared.net/noticia/genova-2001-memoria-indignada-diez-anos-despues

Nodo Solidale
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