Todos estos últimos años los pueblos de la Orilla del agua hemos vivido en vilo por este aeropuerto de muerte. Hemos denunciado con bases científicas su inviabilidad; estamos agotando la vía legal para defender nuestro territorio y evidenciar la ilegalidad con la que están actuando las autoridades locales de nuestros pueblos; hemos hecho llamados al gobierno para que nos escuchen; hemos luchado y resistido porque tenemos la convicción de que el futuro está en la vida y no en las grandes edificaciones que de un día a otro desplazan a los pueblos y los enferman, los descomponen.