La disminución de la cantidad de miel que nos brindan por día y que nos debe alcanzar durante 24 horas, ha provocado que algunos después de solicitar más, hayamos tenido que tomar otras medidas de presión para que se nos fuera suministrada, medidas tales como rechazo al medicamento, a la toma de signos vitales y a la propia miel que nos han traído en los días posteriores, sin embargo, hemos sido ignorados, pues personal médico y de cocina sólo se limitan a decir que no les compete, y que esa es la instrucción del doctor respectivamente, en otras palabras tirarse la bolita.