En el marco del VIII Foro mesoamericano de los pueblos, alrededor de 500 delegados de organizaciones sociales, defensores de derechos humanos, mujeres, jóvenes, pueblos indígenas y campesinos, expresaron con distintas voces un rechazo unánime a las políticas económicas y las medidas represivas que los gobiernos de México y Centroamérica han implementado en los últimos diez años.