Cartas apoyo contra libelo en La Jornada

Muchas disculpas por distraer su atención con un asunto que parece personal pero que trasciende por su carácter público. Mi nombre es Juan Anzaldo Meneses y desde hace más de 23 años soy editor de libros dedicados a la enseñanza de la lengua náhuatl, la difusión y promoción de los derechos y cultura indígenas y los movimientos sociales en general.

El viernes 5 de abril de 2013, se publicó el siguiente libelo en el periódico de circulación nacional “La Jornada”, p.38, columna “Navegaciones” de Pedro Miguel, tanto en su versión impresa como electrónica:

“Mi amigo Juan Anzaldo pintaba para gran novelista, pero fumaba demasiada mariguana y otras cosas y llegó un momento en que dejó de interesarse por los que le rodeábamos, como no fuera para platicarnos de sus viajes y experimentaciones con sicotrópicos insólitos; se volvió aburrido, y después insoportable, y dejé de frecuentarlo. La última vez que lo vi me llegó con una historia corriente pero poco verosímil:

–Futa. La probé ayer y sí es cierto lo de la caca de conejo.

–¿Qué hay con ella?

–Que la pones a secar, te la fumas y se te viene encima el juicio final. Pero chingón.

–Lo dudo.

–¿No me crees?

–Bueno, todo es posible. A lo mejor te fumaste la caca de un conejo que había sido alimentado con mariguana. O con peyote.

Mi escepticismo le ofendió, a mí me molestó su entusiasmo crédulo y así fue que nos distanciamos. Sabrá Dios dónde y en qué ande el buen Juan Anzaldo. Hace unos días me acordé de él. Por si me lee, le dedico este pequeño anecdotario”.

* * *

En cuanto me enteré de su contenido escribí al autor, al coordinador de opinión, a la directora general y a la sección de la palabra del lector del diario, exigiendo el desmentido de dicha información precisando que no lo conozco, que nunca he pretendido ser novelista, que no son los psicotrópicos el tema de mis conversaciones públicas ni privadas como tampoco consumo “sicotrópicos (sic) insólitos” y mucho menos “caca de conejo”. Y efectivamente le solicité publicar todo esto al inicio de su columna con letra capitular, como apareció mi nombre en su columna del 5 de abril pasado.

El lunes 8 de abril recibí la llamada telefónica de Pedro Miguel minimizando mi reclamo, diciendo que no conoce a ningún Juan Anzaldo, que “se le ocurrió el nombre”, que es un personaje ficticio y no accedió más que a hacer "una aclaración" y no en el espacio donde yo se lo solicité, "sino a su manera", y dentro de una semana.

En los días sucesivos envié cartas a La Jornada que nunca fueron publicadas. Nuevamente escribí al coordinador de opinión y al a directora exponiendo este asunto, sin recibir respuesta.

El miércoles 10 de abril, Luis Hernández Navarro, coordinador de opinión de La Jornada me respondió por correo electrónico:

“Hay cientos de personas que se llaman Juan Anzaldo. ¿Qué te hace pensar que la columna se refiere a ti? ¿De ese tamaño es tu ego? ¿Sólo tú te puedes llamar así? Ya hablaste con Pedro Miguel y él te lo dijo con toda claridad. Tú no me vas a exigir nada. ¿De qué derecho de réplica hablas? ¿Del derecho a ser el propietario único de un nombre? Por favor. Y el periódico no tiene que ofrecer disculpa alguna”.

¿Hasta cuándo tendremos que seguir sufriendo el trato despótico, humillante e insultante de quienes se dicen aliados de un vasto movimiento social por justicia y dignidad? Luis Hernández Navarro me conoce por lo menos desde hace 18 años cuando ambos fuimos parte del Cuerpo de Asesores del EZLN durante los Diálogos de San Andrés en 1995-96. Su comportamiento no es justo ni digno. El EZLN ha convocado a una nueva serie de iniciativas como la “escuelita zapatista” en las cuales precisamente buscan re-educarnos entre todos en cuestiones de dignidad, justicia y democracia. Se puede percibir que el libelo en mi contra afecta directamente mi participación en dicha escuelita al señalarme como una persona drogadicta, atascada de “mariguana y otras cosas”, que fuma “caca de conejo” y cuenta historias corrientes e inverosímiles. Yo espero que la coincidente aparición del libelo justo en estas fechas preparatorias a la escuelita zapatista y justo con mi nombre “que se le ocurrió” a un artilculista no tenga una motivación política, porque sólo a un desubicado se le ocurriría poner en mi nombre palabras que nunca dije, sobre ese tema y en este contexto ¿o no?

En documentos anexos podrán encontrar el artículo completo publicado en La Jornada, las cartas que he enviado explicando respetuosamente mis razones y exigiendo con justicia el desmentido.

La respuesta de Luis Hernández y la actitud del autor y de todo el periódico me dejan en la indefensión: no publican mis reclamos y harán la “aclaración” cuando quieran y como quieran. No tengo recursos para solventar un juicio y sabiendo cómo es la justicia en México, capaz que resulta que tenga yo que ofrecer disculpas a Luis y a toda la clase privilegiada de “líderes de opinión” por atreverme a reclamarles algo.

No creo que debamos dejarnos de seguir calumniando y humillándonos con un trato despótico y soberbio.

Los derechos no se “solicitan” o se “pide permiso” para ejercerlos: se exige se cumplimiento irrestricto ante su violación flagrante. En lugar de resolver el problema La Jornada busca acallar y silenciar los reclamos ante los infundios que publica.

Tengo una esposa, hijos y todo un entorno familiar donde el efecto del desprestigio es elemental. Dependo de mi trabajo para sobrevivir, y este relato por muy inocuo que parezca tiene también un efecto demoledor. Necesito tener un desmentido categórico para demostrar que no es cierto lo que se publicó.

Atentamente les solicito enviar cartas a La Jornada, al coordinador y al autor exigiendo depongan su actitud grosera y calumniosa y publiquen -como deben- una disculpa pública por la calumnia y el trato recibido.

Quizás entre todos podamos aspirar a recibir un trato más digno.

Atentamente,

Juan Anzaldo Meneses

Editor


Enviar cartas a:

Carmen Lira Saade,
Directora del periódico “La Jornada”
comentarios@jornada.com.mx

Luis Hernández Navarro
Coordinador de Opinión del diario “La Jornada”
lnavarro@jornada.com.mx

Pedro Miguel
Columna “Navegaciones” del periódico “La Jornada”
navegaciones@yahoo.com

Atentamente solicitamos publicar una disculpa pública por los infundios publicados en su diario en contra de Juan Anzaldo, p.38, columna “Navegaciones”, firmados por Pedro Miguel, el 5 de abril de 2013, por las graves consecuencias que representa para su familia y trabajo.

Firma

Favor de enviar con copia al correo: ceacatl2010@gmail.com