Con tinta sangre del corazón

AYOTZINAPA hoy, y antes Tlaltelolco, Aguas Blancas, Acteal, Atenco, etc. etc.¿que sigue?.¡cómo duele!.

CON TINTA SANGRE DEL CORAZÓN

Dígitos más son días menos
en el diario acontecer
y el tiempo encalla en un ser
al que somos como ajenos;
“¡tiempos malos, tiempos buenos!”
 pregona el viento al pasar-
y volvemos a quedar
junto a las pálidas hiedras
como si fueramos piedras
o muertos sin sepultar.

hiedras que trepan los muros
como urgidas por salir
a ser verdes, a existir,
a iluminar días oscuros,
agrietando suelos duros
para ser lo que en sí son:
vegetales, floración,
ímpetus, vivos reflejos,
pero todo –cerca y lejos-
transpira desolación.

se percibe un decaimiento
como de flores ajadas,
hay pesar en las miradas,
hay un íntimo lamento
de angustia, de sufrimiento
que hasta los huesos nos cala,
tánta impunidad se inhala
y es la estación tan violenta
que ya ni el sol nos calienta
y la hierba crece rala.

no huele a nardos de huerto
ni a romero, ni a cedrón,
¿de dónde tal corrupción
y este olor a animal muerto?,
brota y cunde el desconcierto
como hortiguilla quemante,
hay un tic-tac redundante
y un agobio que enajena
¡ya cuanto’a no hay luna llena!
es negra siempre, es menguante…

¿A quién le damos la queja?,
¿en que palo nos trepamos?
¡si ya es el colmo!, ¡si estamos
hace años hechos madeja!.
sembrar piedras nada deja
 ¡que irreversible guarismo!-
no salimos de lo mismo:
la política es un asco,
transa sin fin,nausea, fiasco,
impunidad y cinismo…

Indignación y estupor
enardecen los sentidos.
Hijos desaparecidos
y prendas de nuestro amor,
nos enloquece el dolor
¡EL DOLOR DE NO SABER!
¿viven aún?, ¿ya son haber
que el crímen contabiliza
y que niega o minimiza
la ceguera del poder?.

por eso estamos aquí,
no por la mera protesta
sino buscando respuesta
como flor el colibrí;
por eso hablamos así:
como ánimas en destierro,
como güizaches del cerro,
como va, sin adjetivos
y porque muertos y vivos
tienen vela en este entierro.

Muertos que no debían ser
¿cuantisisisimos van?
¡si son nuestros y serán!
¿cómo no nos va a doler
si hay lágrimas por doquier,
si el gobierno sigue inerte,
torpe, inmóvil sin que acierte
a ver lo que todos vemos?
¡JUSTICIA Y VIDA QUEREMOS!
¡BASTA DE DOLOR Y MUERTE!.

Con amorosa ternura,
hijos,hijas, por ustedes
derribaremos paredes
y desde la pena oscura
renacerá la cordura,
la lucidez que concerte,
la emoción que nos alerte,
LA VOZ para que clamemos:
¡JUSTICIA Y VIDA QUEREMOS!
¡BASTA DE DOLOR Y MUERTE!

Guillermo Velázquez B.

Juglar de fiesta y quebranto.