Carta abierta a las madres y padres de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa

Carta abierta a las madres y padres de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa:

Han pasado tres años desde la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa y el asesinato de tres de sus compañeros.

Seguimos sumando días sin tener verdad ni justicia. Es terrible pensar en un país con madres y padres recorriendo todos sus estados para buscarlos y dando la vuelta al mundo para evitar que los olvidemos.

El mes de septiembre de 2014 el estado mexicano aterrorizó al mundo con un accionar cobarde. Múltiples factores sociales y políticos explican la animadversión que los medios y la clase política tienen hacia el normalismo, de ninguna manera podemos entender la brutalidad del ataque contra los muchachos.

Septiembre de 2014 nos alertó de la pesadilla, pero también hizo florecer uno de los mayores ejemplos de amor y resistencia del que se tenga memoria. Las madres y padres de los normalistas desaparecidos han dado una lección de memoria y dignidad que ha sido imposible silenciar.

En este difícil camino han logrado despertar no sólo la admiración, sino el cariño y la solidaridad de múltiples organizaciones y sectores en abierta contraposición al desprecio demostrado por todos los niveles e instancias del estado mexicano. Se han constituido en un referente moral que día a día imparte lección de resistencia y dignidad.

Queremos decirles que no están solas ni solos, no desistan.

Los abrazamos con admiración y les dedicamos estas palabras:

Los y las hemos seguido en cada paso que han dado en este camino de amor y búsqueda. Algunas de ustedes han llevado su palabra y ejemplo hasta nuestros espacios de trabajo: los teatros. Les escuchamos platicarnos de sus hijos y reforzamos de la mano de ustedes la convicción de que el amor no es capital especulativo y que las vidas de los seres que amamos no tienen precio, vemos y aprendemos de su voz el valor para levantarnos y ser valientes cada día, como ustedes lo han mostrado.

Les pudimos abrazar del mejor modo que tenemos a nuestro alcance, bailando. Pudimos llenar de sentido nuestra danza y llenaron de fuerza nuestros pasos. Con ustedes lloramos.

Tal vez mejor que muchos sabemos del cansancio físico profundo, y de la necesaria fortaleza para enfrentarlo y seguir. Admiramos cada esfuerzo suyo.

Queremos decirles que no solo admiramos su lucha por el derecho a la verdad y la justicia, sino que estamos absolutamente convencidos que la verdad está de su lado, creemos en ustedes y junto a ustedes tenemos puesta la esperanza en traer a cada uno de los 43 estudiantes de regreso a sus casas.

Aquí tienen nuestros pasos.

Porque hemos visto sus pies cansados les ofrecemos los nuestros que llevan en cada pirueta y en cada salto un poco de su fortaleza. Les hemos visto y escuchado y desde entonces nuestra danza no ha vuelto a ser la misma. Nuestra danza es y seguirá siendo amorosa y solidaria, pero incompleta, porque a nosotras, nosotros también nos faltan sus hijos.

Queremos bailar y hacer arte en paz, pero la paz no será posible hasta que ustedes encuentren justicia, hasta que no arranquemos entre todos la verdad. Hasta que cada familia vuelva a abrazar a sus hijos, a sus hijas, hasta que cada canalla responsable de esta pesadilla pague por sus actos.

No lo duden, hasta entonces nuestros pasos llevarán la memoria de su ejemplo para hacer de nuestra danza un arte digno que las abrace y acompañe.

No están solas. Su causa sigue siendo de enorme estatura moral. La lucha por la vida siempre valdrá la pena. A veces multitudinaria, a veces de apenas unos cuantos.

No poseemos grandes y “prestigiados” acrónimos, pero sepan que cuentan con nosotras, con nosotros.

En esta lucha justa seguirá nuestro abrazo, las cobijas que aminoren el frío en noches de plantón, nuestro oído atento a sus palabras, nuestra mano solidaria, compañía mientras bordan, nuestro corazón para apapachar el suyo cuando se apachurra, nuestra voz para gritar el nombre de cada uno de sus hijos y sobre todo, aquí seguirán nuestros pasos hasta encontrarlos.

Con admiración y cariño.

Bailarinas y bailarines con Ayotzinapa, “Nuestros pasos para encontrarlos.”

Diciembre 2017.

Héctor León

Paulina Segura.

Argelia Guerrero

Fernanda González.

Ángel Rodríguez

Karla Edith Carreón

Edgar F. Rodríguez

Eduardo Sandoval

Alfredo Tame

Víctor Hugo Reyes

Martha Elena Welsh

Barro Rojo:

Laura Rocha

Francisco Illescas

Emilio Illescas

César Zarco

Daniela Carmona

Felipe Landa

Julio César Hernández

Roberto Solís

Angélica Treviño

María Clara Rivarola

Maylet García

Miguel Ángel Gamero

Luis Ángel Cerón

Banshee: .

Marcos Santana

Tania Escalante

Danza en resistencia:

Diana Betanzos

Angélica Álvarez

Ana Cecilia Mendoza

Los músicos:

Johnatan Guerrero

Alejandro Oviedo

Edgar Cabrera

León Chávez Teixeiro

Josué Vergara

Gustavo Franco