Hace un año nos mataron y volvimos a nacer. Ni Nadia, ni Alejandra, ni Yesenia, ni Mile, ni Rubén murieron para siempre. Viven en nosotras y en nuestro abrazo. Están vivas, porque nos encontramos y nos vimos a los ojos, para volvernos cómplices, para cuidarnos en medio de esta guerra que nos (...)