Estamos convencidos de que el proyecto debe cancelarse y podemos defender esa posición, con argumentos técnicos y científicos, frente a quien sea. Por eso, proponemos un proceso de diálogo público, en que se puedan confrontar nuestros argumentos con los de aquellos que están de acuerdo con la continuación del NAICM. Estamos dispuestos a debatir con todas las fuerzas que apoyan el nuevo aeropuerto, tenemos la capacidad de demostrar en términos técnicos la inviabilidad de la obra y de sus implicaciones.