Lo que está sucediendo en Europa me recordó a la leyenda de Tezcatlipoca y la expulsión de Quezalcoatl de Tula. A Europa les han mostrado el espejo...y el problema es el poder
Mientras Felipe Calderón (el presidente de México) se encontraba dentro de la catedral, en la plaza dos ciudadanos san cristobalenses Conchita Avendaño y su esposo Rusbel Lara González, comenzaron a gritarle al presidente “asesino” y fue cuando los elementos del Estado Mayor Presidencial, vestidos de civiles, arrastraron al hombre y la mujer que pedían ser escuchados.