Huelga y rebelión estudiantil en la UNAM. 20 años despúes

Editorial

En este Torito especial, a 20 años del inicio de la huelga en la UNAM encabezada por los estudiantes organizados en el CGH, buscamos dar un panorama de las circunstancias en las que estalló la huelga, las reformas que impulsaron las autoridades y desataron el descontento estudiantil, así como sobre los modos y prácticas políticas que éstos desplegaron. Del mismo modo revisamos el actuar del Estado y los representantes políticos de la burguesía y grandes empresarios quienes enfrentaron a los estudiantes, desprestigiándolos, señalándolos, despreciándolos y por último, reprimiéndolos, golpeándolos, torturándolos y encarcelándolos.

La pregunta que ha guiado la elaboración de este Torito especial y que hemos intentado responder es ¿por qué debemos voltear hoy a ver la experiencia histórica de la Huelga encabezada por el CGH en 1999 en la UNAM? En Tejiendo Organización Revolucionaría [TOR] consideramos que el movimiento estudiantil de 1999 ofrece lecciones fundamentales para emprender la lucha y la organización contra las nuevas caras del capitalismo neoliberal en la educación y en la sociedad en general. Algunas de estas lecciones son:

• Los estudiantes universitarios de 1999 supieron identificar al neoliberalismo como el enemigo. Comprendieron que la privatización y la mercantilización eran las líneas principales mediante las cuales el proyecto neoliberal atentaba contra la educación pública, científica y humanista.
• Sometieron a una crítica profunda la estructura de gobierno de la universidad y exigieron la realización de un Congreso Universitario como espacio plural y amplio para dar solución a los problemas de la institución.
• Aprendieron de su pasado, en particular de los movimientos estudiantiles de 1968, la huelga de 1986-1987 y la lucha de los CCHs en 1995. De este aprendizaje sacaron las conclusiones necesarias.
• Comprendieron que la lucha por una educación al servicio de las grandes mayorías supera las paredes de la universidad.
• Desplegaron una práctica política con un fuerte contenido ético, esto se vio reflejado en su preocupación constante por el involucramiento de las mayorías, en la rotatividad de los delegados al CGH, en su posicionamiento contra los acuerdos en lo oscurito y de espaldas a la comunidad, etc.
• Se constituyeron como un sujeto político independiente. En particular mediante su articulación en el Consejo General de Huelga (CGH), como un órgano democrático deliberativo y ejecutivo.
• Ejercieron una práctica democrática anclada en el debate y la discusión en cada asamblea de escuela y facultad.
• Enfrentaron al sistema de partidos dominante y desenmascararon la crisis de la izquierda electoral e institucional representada en ese entonces por el PRD.

Estas y otras lecciones históricas son las que debemos retomar para organizarnos como estudiantes; voltear la mirada al pasado reciente es fundamental para aprender y fundar la crítica actual contra el proyecto neoliberal en la educación que hoy se mantiene. Actualmente observamos algunos elementos del plan neoliberal que afectan a los distintos sectores de la comunidad universitaria.

Los académicos han sido sometidos a la precariedad laboral y la desorganización mediante la cooptación de sus organizaciones gremiales y sindicales, se encuentran atados a la presión de las becas y la acumulación de puntos para obtener un salario digno. Esta desorganización ha permitido que las estructuras de gobierno de la universidad, conformadas en su mayoría por académicos, sean los espacios mediante los cuales las reformas de corte neoliberal se instauran.

Los trabajadores administrativos han logrado resistir un poco más el embate de décadas de neoliberalismo, sin embargo se encuentran sometidos a las estructuras sindicales neo charras que los mantienen inactivos para la lucha social, incluso para defender sus derechos inmediatos: el Contrato Colectivo de Trabajo, la materia de trabajo, la reducción del salario real, etc. En general las autoridades universitarias y el Estado han logrado avanzar al aislar a este sector del conjunto de la comunidad universitaria. Romper los vínculos entre trabajadores académicos, estudiantes y trabajadores administrativos es uno de los logros estratégicos fundamentales del neoliberalismo. Los estudiantes viven varios procesos y fenómenos causados por el avance del proyecto neoliberal en la educación superior y media superior, algunos de estos son:

a) La exclusión educativa que se opera mediante los exámenes de ingreso, que no son otra cosa que un filtro social para decidir quién puede y quién no seguir estudiando. Los resultados académicos pasan a segundo plano cuando lo fundamental es la falta de espacios en las universidades y escuelas. A pesar del discurso gubernamental actual lo cierto es que los mecanismos de exclusión educativa se mantienen.
b) La elitización de la educación, fruto del proceso de exclusión, que termina por aislar de la educación media superior y superior a las y los jóvenes de menos recursos, convirtiendo a las universidades en espacios para cada vez menos privilegiados provenientes de familias con mayores recursos económicos y culturales.
c) Los dos procesos previos, exclusión y elitización, son consecuencia de la reducción de la matrícula en términos reales. Esto lo podemos rastrear al contrastar la mayor cantidad de jóvenes en edad de estudiar y la nula creación de centros educativos de calidad, hace décadas que no se crean universidades públicas. Hoy la 4T busca hacer 100 universidades, sin embargo, en los hechos se trata de centros de capacitación laboral planeados según las necesidades de los empresarios con intereses en las regiones y localidades donde se construirán dichos centros. Capacitar para el trabajo no es de por sí un problema, lo cierto es que esta tarea les corresponde a los patrones. La educación superior debería superar con creces la mera capacitación y buscar la formación universal crítica, científica y humanista que forme un pueblo comprometido con la solución de los problemas sociales.
d) En relación al contenido de la educación media superior y superior se ha impuesto el paradigma de la educación por habilidades y competencias. Se trata de reformas a los planes y programas de estudio orientadas a la tecnificación, las llamadas salidas técnicas; planes y programas de estudio que sirven como cursos de capacitación laboral que, como ya mencionamos, no buscan una formación científica y humanista compleja que permita, a los estudiantes, comprender los problemas y con base en ello plantear soluciones. Hoy se busca la formación por competencias que capacite a los estudiantes para “el saber hacer” sin cuestionarse qué se hace, cómo se hace, por qué y para qué se hace.
e) Los nuevos contenidos y los procesos de elitización, han configurado una serie de contradicciones, al mismo tiempo que se fomenta la educación técnica y se vuelve más sencillo encontrar empleos con una menor calificación, también se enaltece socialmente el acceso a mayores grados académicos y se fomenta discursivamente una alta especialización para supuestamente acceder a mejores condiciones económicas.
f) Todo lo anterior, unido a las condiciones generales de la reproducción social, hacen que la universidad haya dejado de ser la oportunidad de ascenso social que representó a mediados del siglo XX, aunque en el discurso institucional se sigue impulsando esa posibilidad de superación.

Tejiendo Organización Revolucionaria, 2019

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