Sonata para violín en sol menor: DINERO

Sonata para violín en sol menor: DINERO.

“… la más bella de las artimañas del diablo es persuadiros de que no existe!”
Charles Baudelaire en «Le joueur généreux».

I.- EL OCTAVO PASAJERO.

En ninguna parte, y en todas. Un tren adormecido se arrulla con su propio ronroneo. No viene ni va a ninguna parte. O no importa. A bordo, una población de grises, vivos de tan muertos, se adormece. En el último vagón, 7 pasajeros solitarios, miserables sus vidas y sus ropas, se aburren y desesperan en sus asientos.

Uno dice: “daría lo que fuera por cambiar mi suerte”. La frase es una especie de idioma universal y los 6 restantes asienten en silencio. El largo y maltrecho tren entra entonces en un túnel, que mata los grises y agranda las sombras. La puerta se abre e ingresa un octavo pasajero, con su vestimenta gritando “no soy de aquí”, y se sienta sin decir palabra. El túnel alarga la oscuridad.

Algo como un trueno, una rama seca quebrada sin que una tormenta la venza. Unos ojos llameantes aparecen en la oscuridad. Habla la mirada de fuego: “Creo que no necesito presentarme. Cada uno de ustedes me ha invocado con o sin palabras, y a su llamado respondo. Su alma por un deseo. Pongan el precio”.

Uno elige la salud, no enfermarse nunca. Satán responde: “concedido”, recoge el alma del saludable y la pone en su saquillo.

Otro opta por la sabiduría, conocerlo todo. El diablo musita: “concedido”, toma el alma del sabio y la coloca en su bolsa.

El tercero escoge la belleza, ser admirado. El rey del averno dice: “concedido”. Y el alma del hermoso se acomoda en la alforja.

El cuarto prefiere el Poder, mandar y ser obedecido. Lucifer suspira: “concedido”. Y el alma del jefe es una más en su chaqueta.

El quinto señala: “los placeres”, despertar la pasión con la sola voluntad. El demonio sonríe complacido: “concedido”. Y el alma de hedonista se une a las demás en el oscuro gabán.

El sexto se yergue y elige la fama, ser reconocido y aclamado por todos. Satanás no hace ningún gesto cuando declara: “concedido”. Y el alma del famoso es una más entre las otras prisioneras.

El séptimo casi canta cuando dice: “el amor”. El Maligno suelta una carcajada mientras deletrea “c-o-n-c-e-d-i-d-o”. y el alma del amante queda al fondo del saco.

El ángel caído mira impaciente al octavo pasajero que nada dice y sólo garabatea en una libreta.

Luzbel endulza la voz cuando pregunta: “¿Y cuál es tu deseo? Cualquiera te será otorgado a cambio sólo de tu alma pasajera”.

El octavo pasajero se pone de pie y suelta en un murmullo: “Soy Dinero, compro las 7 almas de los infelices que en ti creyeron, y te compro a ti, para que me sirvas y obedezcas”.

Y “el gran dragón, la serpiente antigua que se llama el diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero” (Ap 12, 9), sonrió taimado y sentenció, antes de meterse él mismo en la bolsa de las almas vendidas:

“Sea pues, señor Dinero. Pero en tu esencia misma está tu perdición y tu bonanza hoy, será desgracia mañana”.

Dinero tomó la bolsa y salió él del último vagón y el tren del túnel.

Detrás de ellos la oscuridad se alargó hasta conquistar al día…

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II.- LA CRISIS Y LAS RESPONSABILIDADES.

“Cuando haya una crisis, compra barato y espera a que pase para vender caro.
Si no hay una crisis, provócala con una guerra. Para salir de la crisis, haz otra guerra. La guerra, como no dijo Clausewitz, es la autopista para entrar y salir de las crisis por otros medios –incluyendo los nucleares-.”
Don Durito de La Lacandona. Escarabajo y Doctor en Economía Selvática.

Si la mayor de las artimañas del diablo es persuadir de que no existe, uno de los cimientos del sistema capitalista es convencer de que el dinero todo lo puede. Y el dinero es el amo y señor de los gobiernos. En el dinero basan su proyecto de pasar a la historia como grandes transformadores. Pero…

Bueno, yo iba a tratar de explicarle que se viene una crisis económica mundial, pero, además de que no sé mucho de economía política, parece que la realidad lo está haciendo y lo hará con mejores argumentos y de forma más pedagógica. Aún así, hay que tomar en cuenta que falta lo que falta.

Y, también, hay que señalar que lo que viene no es su culpa de este gobierno, ni de los pasados. Lo que se conoce como gobierno mexicano, tiene como única responsabilidad, el creer y hacer creer que tienen alguna forma ya no digamos de detenerla, tampoco de paliarla.

Las “malas decisiones”, que un sector de la derecha des-ilustrada, achaca al gobierno de la 4T (la cantaleta de la cancelación del aeropuerto en Texcoco, es la constante), no tienen nada que ver con lo que se viene. La consigna subyacente de ese fragmento de la derecha realmente existente, que se siente despechado y engañado, sería: “estaríamos mejor sin López Obrador”, y suena, además de poco original, falsa.

Cualquiera que hubiera quedado (Meade, Anaya, el Bronco o Miss Xerox) se hubiera tenido que enfrentar a ese “entorno mundial adverso” (así dicen los Think Tanks del gran capital) y salir derrotado y buscando culpables. Y todos hubieran hecho y estarían haciendo lo que hace el gobierno actual: mentir y maquillar.

Claro, hablo desde y de los pueblos originarios. Aunque estoy seguro que otros sectores podrán decir si se han visto beneficiados, o no, con la política económica del supremo. Por no hablar de su política social y el renegado fracaso del combate a la delincuencia.

Es necesario entender que el desagrado que se manifiesta en ese tramo de la derecha, es ampliamente compensado por el sector restante (que es el mayoritario). Por no hablar ya del gran capital, que está más que encantado y satisfecho con las medidas que abonarán el estallido y escalada de la crisis que viene.

Imagino que esto les molestará más que si señalamos que son lo mismo, pero, el balance hasta ahora, es que hubiera dado lo mismo que quedara uno u otro u otra:

Hubieran iniciado festejándose a sí mismos; hubieran declarado solemnemente que un nuevo ciclo de esperanza, trabajo y bonanza iniciaba para el territorio que se encuentra al sur del Río Bravo y al occidente de Guatemala y Belice: hubieran repartido las mismas limosnas aunque con otro nombre; se habrían desdicho de no pocas cosas que hubieran prometido en campaña; hubieran achacado al rencor y la envidia, las críticas que se les hicieran; hubieran hecho llamados a la unidad y al patrioterismo, se hubieran postrado igual ante los designios, bravatas e insultos del capataz que, en el norte revuelto y brutal, babea; y habrían adjudicado sus errores al “entorno internacional adverso”.

Todos, como el actual supremo, basarían su plan de gobierno en el dinero. Sus discrepancias están en que el supremo piensa que con lo del ficticio “combate a la corrupción”, basta y sobra hasta para colgarse medallas de otros, otras, otroas. “Pero la 4T no roba”, alegarán. Pero aún ahí, para todos esos amantes de los matices, hay niveles, como leerá usted más adelante, en otro texto… si es que llega a publicarse.

Voy a señalar algunos hechos sobre lo que no son posibles esos “matices” que se señalan. Hechos que demandan una posición clara. No recurro a las redes y sus “fake news”, ni a las columnas pro y contra (a cual más de lamentable) en prensa; tampoco a la prensa tildada de “fifí” (tuve que eliminar como fuente al semanario Proceso al que, de un eructo del supremo, se le borró toda una historia de labor e investigación periodística difícil de igualar por otro medio). Así que me he circunscrito a las declaraciones y hechos reportados en las páginas electrónicas gubernamentales (mañaneras y templetes incluidos), y a lo reportado en la prensa “que sí apoya”.

Además, claro, de la investigación “in situ”, en el terreno en el que nos movemos: el Chiapas rural. Usted puede desconfiar, y con razón, de lo que a esa parte se refiere. Puede ser que todo no sea sino un invento para sabotear al supremo. Dude, sí. Y si quiere salir de dudas puede recurrir a dos cosas: investigar si lo que decimos es cierto o esperar a lo que va a pasar. La desventaja de la primera opción es que el periodismo que investigue la veracidad o falsedad de lo que leerá a continuación, pasará a las filas de los conservadores (aunque “matice” y no refleje la realidad brutal de lo que acá pasa). La segunda, es esperar a que el tiempo nos dé la razón o nos desmienta; pues, mire, aquí entre nosotros, nosotras, nosotroas, la verdad es que “tiempo” es una de las cosas que no tienen allá arriba. Pero, en fin, siéntase usted en la libertad de desconfiar de la realidad de acá, ¿pero desconfiar de la realidad que usted vive y padece, no le parece suicida?

Hechos:

.- El tono festivo del supremo en sus reuniones con los representantes del poder económico de México y del Mundo. Y el tono irritado e intolerante cuando recibe reclamos o demandas de la gente común, sobre todo cuando es gente del campo. Ok, matice… pero la realidad le va a contradecir a diario. En el caso de los señores del dinero, es un cortejo que raya en lo obsceno, y que no se traduce en el respaldo real que se busca con ello. En el caso de los comunes, se entiende que el supremo “no paga para que le peguen”.

.- La imposición de las filias y fobias propias de un tirano. Mire, yo lo entiendo, cada quien tiene sus querencias y sus des-querencias, ni hablar, pero nada da derecho, a nadie, de imponérselas a la demás gente. Y cuando el supremo dice que tal y cual son unos tales por cuales, pues eso sí calienta, como él suele decir, y, como lo ha demostrado el legislativo y el asesinato de Samir Flores, el deseo de agradar al supremo llega a crímenes y desfiguros. Sólo los tiranos buscan réplicas en sus gobernados, y así le va a esa nación.

.- El trato a migrantes. Mire, lo puede ver donde quiera y puede usted decirse para sí: “¡Horror!, ¿en qué país pasan esas cosas?” y pasa aquí, en este país que se llama “República Mexicana”. Y lo que sale en los medios “que sí apoyan”, no es ni una fracción de la pesadilla que se les ha impuesto a centroamericanos en la frontera sur. Sí, también a africanos, caribeños, asiáticos… y mexicanos. Dígame, ¿cómo se distingue una persona chiapaneca de una guatemalteca, hondureña o salvadoreña? ¿En que no tienen papeles? Vamos, pregunte usted en el INEGI o en el INE, cuántos mexicanos no tienen papeles en el sureste mexicano. ¿Que canten el himno nacional? Los agentes de migración no se lo saben y, al parecer, el supremo tampoco, por eso se pone de tapete del Trump. El otro que se quiere colar a la grande en 2024, el Marcelo Ebrard, dice que se está aplicando la ley, pero ninguna ley dice que “todas las personas que sean bajas de estatura, sean de tez oscura, no hablen español o lo hablen con acento, serán detenidas y demandadas de presentar documentos que acrediten su ciudadanía mexicana; las detenciones podrán ser realizadas por elementos militares, policíacos (incluidos agentes de tránsito) o de migración y no requerirán de traductor, defensoría de derechos humanos, o cualquier obstáculo que le impida al supremo cumplir con la cuota de detenciones comprometida con el amigo Donald Trump”. Ok, no le crea a la televisión mala, cheque la prensa “comprometida con la causa de la 4T”. ¿Ya? Ok, ahora trate de “matizar” esa pesadilla.

.- El modo y el tono servil y rastrero frente al gobierno norteamericano. De esto ya se hablará luego, pero, disculpe, no recuerdo a un gobierno federal que se haya portado, públicamente, tan indigno con un gobierno extranjero. ¿El supremo tiene el aval de una consulta a mano alzada en un lugar donde repartió apoyos? Bueno, si ése es su argumento para “matizar”, suerte.

.- La derrota del laicismo. Desde que el Salinas malo, Carlos Salinas de Gortari, en acuerdo con el alto clero católico, abrió las puertas para que la religión diera sus primeros pasos en asuntos de Estado, pasando por el hacerse pato de Zedillo, las genuflexiones de Vicente Fox, el mocho de Felipe Calderón y el uso mediático de Peña Nieto, la militancia religiosa del supremo actual es indefendible. Y es algo que, lo que queda de Nación, habrá de pagar muy caro… y no a los plazos cómodos de las tiendas Elektra.

.- El impulso y aceleración de los megaproyectos y la destrucción de territorios de los originarios. El argumento de que son obras ya avanzadas, no valió para Texcoco. El señalamiento y descalificación, por parte del supremo, de la oposición a la termoeléctrica en Morelos le costó la vida a nuestro compañero Samir Flores Soberanes. En términos de las páginas “rojas” o “policíacas” de la prensa eso se llama “poner a la víctima”. No importa qué digan y cómo quieran justificarse, cargarán con su muerte. Vaya pues, matice: el supremo no jaló el gatillo. Sí, Trump tampoco.

.- El aliento al individualismo y la confrontación con la comunidad. Con el argumento del “combate a la corrupción” se pretende que la entrega de apoyos (dinero, pues) a individuos es más efectiva. En primera, si es que hay corrupción en organizaciones campesinas, no gubernamentales, etc., se deben señalar quiénes, cuánto, dónde. La omisión es complicidad (si no, pregúntenle a la Robles). Si no tienen empacho en acusar desde el templete a medios y periodistas “porque mi pecho no es bodega”, entonces deben decir claramente, por ejemplo, “la dirección de la CIOAC –tienen que aclarar cuál de todas las CIOAC´s, la de asesinos o las otras-, se está transando tanto de paga. Ya, se acabó, que se queden con lo transado y borrón y cuenta nueva”; o “en la guardería tal que se ubica en tal lado, se están comiendo los cornflakes y bebiendo las Lalas que eran para los escuincles”; o “en la guardería tal reciben niños y niñas producto del pecado de la carne y la concupiscencia, y el Señor dijo que no yacerás sin firmar un pacto de no agresión y frialdad sensata (“matrimonio”, creo que le dicen)”.

Ahora que en el caso del campo, el problema no es sólo que se individualice la entrega. Ok, si los miembros del gabinete del campo, y asesores que lo acompañan, no tienen imaginación y sólo pueden optar entre la entrega a organizaciones gestoras o al individuo, se entiende, por algo están en el gobierno. Pero ¡elegir a un banco como vehículo de las bendiciones de la 4T!. Porque la “forma” que eligieron tiene como beneficiario directo al “coyote” o intermediario: Banco Azteca, del Grupo Elektra, en el caso del programa “Sembrando Vida”.

Las declaraciones del supremo son que se dan $5,000.00 (-cinco mil pesos m/n) a los campesinos que le entran a ese programa. Falso. Al campesino se le entregan máximo $4,500.00 (y en algunos casos sólo $ 4,000.00).

La razón, se dice, de que sólo se le entreguen $4,500 es que los otros $500 se van a un fondo de ahorro. El destino de ese fondo de ahorro es incierto. A los beneficiarios les dicen que son “para los viejitos”; o que son para luego comercializar la madera y las frutas. Veamos: el cedro y la caoba, tardan unos 30 años en ser “comerciables”, es decir, que vale la pena cortarlos y venderlos, pero el sexenio acaba dentro de 5 años. Si no me falla la aritmética, se necesitan 4 sexenios más para que, lo que se sembrará el año entrante (ahora están en la etapa de viveros), pueda ser comerciable. Se supone que durante los próximos 29 años, los beneficiarios recibirán cuatro mil quinientos pesos mensuales. Así que, o se asegura que el Bolsonaro-Macri-Moreno que ya acecha para relevar la administración de la tormenta, se comprometerá a mantener ese programa; o se trata de un programa transexenal que compromete el apoyo campesino a un partido político.

El asunto es que, en este movimiento de dineros, el banco retiene 500 pesos (y en algunos casos, mil pesos con el mismo argumento de que el campesino debe ahorrar) por cada “sembrador de vida”. La encargada por el supremo para eso, habla de hasta 230 mil “beneficiarios”. Eso serían 115 millones de pesos mensuales que tiene ese banco a su disposición. Usted puede acudir a su economista de cabecera y preguntarle qué es lo que los bancos hacen con los ahorros de los cuentahabientes.

Ahora bien, en algunas sucursales de esa “desinteresada” y “filantrópica” institución que es Banco Azteca, se les dice a los campesinos que sólo les entregarán $4000, “para que aprendan a ahorrar”. Si dado fuera que todos los beneficiarios tienen el instinto de ahorrar (tan apreciado en la cultura del dinero), entonces serían 230 millones de pesos al mes, por 12 meses por 5 años a partir de octubre del presente. Pero digamos que no, y sólo son 115 millones al mes (mil 380 millones de pesos al año, 6,900 millones de pesos en lo que queda del sexenio que no es sexenio). Si al termino del sexenio y en las elecciones presidenciales y legislativas del 2024, dios no lo permita, no queda el mismo supremo o un equivalente del partido oficial, el “beneficiario” se convertirá en “perjudicado”: tendrá 2 hectáreas y media inútiles porque ya no tendrá la paga para remediar el haber perdido sus animales (se debe usar potrero), o su milpa (si se siembran los árboles en acahuales de “recambio”).

Además, el supremo (con la bendición de sus asesores “matizados”) está realizando una nueva “reforma agraria”, apalancado en la iniciada por Salinas el malo (CSG). La condición, en una comunidad ejidal, para que se otorgue el “Sembrando Lata”, es que los “derecheros” (los ejidatarios con derechos agrarios) le cedan a los “solicitantes” dos hectáreas de las que son su derecho. Esto quiere decir que la “nueva” reforma agraria 4T consiste en quitarle tierra a los que menos tienen, y “repartirla”. Por supuesto, además de que eso ha permitido una nueva forma de corrupción, se han dividido las comunidades partidistas hasta llegar a las familias, confrontando a los hijos (“solicitantes”) con los padres (“derecheros”), peleas que escalan hasta las amenazas de muerte.

En Los Altos de Chiapas, donde lo que hay son parajes y no se miden hectáreas sino “tareas”, la situación sería cómica si no fuera trágica. El campesino en esa situación, usa un mismo pedazo de tierra (“tarea”) para sembrar maíz, luego ahí el frijol, luego la verdura. Además de que casi nadie completa las 2 hectáreas, si siembran lo que la ideota del supremo pretende, su pequeño pedazo de tierra estará imposibilitado para subsistir durante 20 o 30 años. Claro, lo que importa es el dinero que mensualmente recibe ese campesino.

Hay más historias que, seguramente, usted no va a creer porque tiene mejores datos. Por ahora sólo le diré: la ecuación que señala “tanto dinero = tantas hectáreas sembradas” es una mentira. Los partidistas simulan la preparación del terreno, o “prestan” hectáreas cuando llega el delegado del supremo, o se “mochan” con el encargado: “tú pon ahí que sí estoy haciendo el vivero y que tengo las 2 hectáreas, yo te paso un tanto de los 4 mil 500”.

Y, aún así, cientos de comunidades rechazan el programa porque, dicen, textual, “no vamos a trabajar de peones del gobierno. La tierra es nuestra y no del finquero hecho gobierno”. Pero, bueno, es seguro que el supremo tiene otros datos y nosotros sólo estamos en una pequeña porción de un pequeño estado de la república, así que sigamos el dinero:

Según la página electrónica del Grupo Elektra, cada tienda cuenta con una sucursal de Banco Azteca. Es decir, el campesino va al banco a recoger su limosna que no es limosna. Ahí mismo lo atiende una persona con una playera con el logotipo del banco y del gobierno de la 4T. Como debe de ser, la persona le recomienda al campesino el ahorro y los seguros: “Uno nunca sabe lo que puede ocurrir. Por ejemplo, que le roben la motocicleta… ¡¿Cómo?! ¿No tiene motocicleta? No se preocupe, tiene usted suerte, siempre he dicho que la gente con suerte a veces no se da cuenta de lo que tiene. Mire, aquí tenemos esta poderosa máquina de 125 centímetros cúbicos, marca Italika (filial del Grupo Elektra), que usted puede llevarse ya. Sí, ahorita mismo. Y sólo por ser usted, le voy a regalar el casco. ¿Es usted soltero? ¿Sí? Se me hace raro, porque alguien tan apuesto como usted… Bueno, mire, en esta moto cabe muy bien otra persona. Ya verá usted que todas las muchachas van a querer que las lleve a pasear. Mire, es mejor comprar en paquete, ¿me entiende? Así se evita usted vueltas. Entonces, yo le recomiendo que de una vez abra su cuenta aquí en el banco, agarre el seguro que le ofrecen (es obligatorio para abrir una cuenta), compre la moto a plazos y de una vez asegurada, por si se la roban o se descompone. Así usted va a regresar a su pueblo en moto y con todo y casco”,

Todo esto es real. Un compa zapatista acompañó a su cuñado partidista y pudo constatar todo lo que refiero. Claro, los nombres se han omitido para proteger la impunidad… perdón, la presunción de inocencia del supremo gobierno. ¿Y la moto? Bueno, eso ya no sabemos, porque el compa se tuvo que regresar en transporte público, su cuñado se gastó lo que le sobraba del abono de la moto y los seguros, en latas de cerveza. No cabían los dos. O las latas de cerveza o el compa. Ganaron las latas. El compa zapatista regresó bravo: “qué soltero ni que nada, si está casado con mi hermanita y ya van para el cuarto chamaco, ah pero deje que se entere mi hermanita, ahí sí va a necesitar el seguro mi cuñado”.

Los principales accionistas del Grupo Elektra son: Hugo Salinas Price, Esther Pliego de Salinas, y Ricardo B. Salinas Pliego (los dos primeros son los padres del tercero).

El señor Hugo Salinas Pliego fue un evasor de impuestos confeso, rompehuelgas confeso y patrocinador confeso de iniciativas ultra derechistas (como el MURO, brazo paramilitar de El Yunque), según el libro de su autoría “Mis años en Elektra” (editorial Diana, 2000).

En él se puede leer: “Tristemente cuando hay mejores condiciones de vida es cuando el pueblo tiene tiempo y recursos para pensar en participar en disturbios, urdidos por vivales. Cuando las cosas se ponen muy difíciles, al pueblo le importa más conservar lo que tiene que armar borlotes.”

Este Grupo Elektra es el que ha sido elegido por el supremo para manejar las tarjetas de la “política social” del gobierno de la 4T. Para más, se puede consultar el artículo al respecto de Álvaro Delgado, aparecido en la revista Proceso, edición 2208, del 24 de febrero del 2019. ¡Ups! Había dicho que no iba a referirme a ese semanario hereje y demoniaco. Ok, pero puede hacer como yo, consiga el libro, créame que da escalofríos leerlo. O hable con Álvaro Delgado… pero cuide que el supremo no se entere.

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Se está gestando una crisis compleja. Lo que en los bunkers del gran capital se llama “una tormenta perfecta”. El navío que llamamos “planeta tierra” está prácticamente desmantelado y se mantiene a flote gracias a lo mismo que lo devasta. Este estúpido círculo mortal de destruir para reconstruir lo destruido, se esconde detrás de las evidencias falsas que se han colado en el sentido común. La creencia fundamental en el poder individual, nacida desde que la historia reescribió el andar del ser humano, ha construido el mito del individuo capaz de todo.

El “pero” que se oculta detrás del mito de la individualidad, es que exime al sistema de su responsabilidad mortal. Seres humanos, civilizaciones, idiomas, culturas, artes, ciencias perecen digeridos en el estómago de la máquina. Pero la responsabilidad sistémica se traslada al individuo. Es el individuo o individua quien es la víctima y el verdugo. La mujer asesinada es la responsable de los golpes que recibe, de la violación que sufre, de su desaparición, de su muerte. Es una criminal por haber sido víctima de un crimen, y es criminal por protestar contra ese crimen. Igual para la niñez, la ancianidad, la diferencia de género, cultura, lengua, color, raza.

Pero no nos haga caso, y mejor consulte con su economista de cabecera (si el mentado trabaja en el gobierno, asegúrele que todo será “off the record”): tal vez él le dirá que la economía política es una ciencia, responde a leyes, a causas y efectos, no depende de voluntarismos, berrinches, o chillidos desde el púlpito. La economía política no atiende a las encuestas, no mira las mañaneras. La economía política señala: si se dan tales y tales condiciones (causas), entonces se va a producir tal fenómeno (efecto). Después de que usted se aburra con números y fórmulas, pregúntele: ¿viene una crisis? Si ve que el economista saca un paraguas –aunque estén bajo techo- y se disculpa –el economista, claro- con un “no había blindados”, entonces usted tiene varias opciones: o declara solemnemente que es una fake news, que la mafia del poder, que los Illuminati, que economista conservador, etc.; o le pregunta dónde compró su paraguas y si hay de color lila (cada quien su modo); o abraza la religión más a la mano:

O le pregunta si hay solución, salida, o remedio.

El economista le responderá con un montón de fórmulas y cifras. Usted espera pacientemente a que termine y, en lugar de decirle que no entendió nada, le pide cuál es la respuesta en resumen, el economista tal vez le responda “está muy difícil, se necesitaría que… (nuevo derroche de fórmulas y cifras)”.

O tal vez simplemente le diga: “no, no en este sistema”.

(continuará… ¿eh?… ¿ya no?… pero si apenas estaba entrando en calor como quien dice… ¿de plano no?… oh, pues, bueno… entonces ya sólo unos apuntes del gato-perro y ya… sale)

Desde las montañas del Sureste Mexicano.

El SupGaleano colando unas frases del gato-perro.

México, agosto del 2019.

Del cuaderno de apuntes del Gato-Perro:

.- El problema con el dinero es que… se acaba.

.- Cuando lo diferente se encuentra con lo igualmente diferente pero distinto, lo diferente le abraza y festeja. Lo diferente no busca un espejo, sino algo más complejo, y más humano: respeto.

.- La naturaleza es una pared elástica que multiplica la velocidad de las piedras que le arrojamos. La muerte no regresa en la misma proporción, sino potenciada. Hay una guerra entre el sistema y la naturaleza. Esa confrontación no admite matices ni cobardías. O se está con el sistema o con la naturaleza. O con la muerte, o con la vida.

Miau-Guau.

El Gato-Perro, cambiando de táctica, pone ojos lánguidos a una luna que ni en cuenta, la muy maldita.

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