Una marcha por la vida

Toluca, Estado de México

A 19 de marzo de 2020

A casi un mes de haber iniciado el paro en la Universidad Autónoma del Estado de México y con actualmente dos facultades tomadas, el Comité Coordinador de Lucha (COCOL) llevaron sus demandas, su rabia y su dignidad a las calles, avenidas, colonias y barrios de la capital del Estado de México, la ciudad de Toluca.

Las protestas y movilizaciones del movimiento estudiantil se insertan en un contexto sumamente violento en todos los niveles: local, estatal, nacional y mundial. Basta revisar algunos datos para constatar la pandemia social que significan la violencia de género, el machismo y las estructuras patriarcales y sus efectos al interior de nuestra sociedad.

En el 2019, el Estado de México registró más del 12 por ciento del total de feminicidios en el país, con un total de 125 mujeres asesinadas, sin embargo, durante ese mismo año 300 mujeres más fueron asesinadas, pero la falta de sensibilidad y una nula formación en estos temas, hace que la burocracia del aparato judicial tipifique como “homicidios dolosos” el resto de los feminicidios que se dan en tierras mexiquenses; lo que denota por parte de las autoridades un desprecio a la vida de las mujeres, tratando de maquillar el horror cotidiano que padecen miles de ellas cotidianamente.

Por su parte, Toluca cuenta con dos alertas de género: una por Feminicidio y la otra por Desaparición, sin embargo, las medidas institucionales resultan insuficientes si se toma en cuenta que la capital de la entidad mexiquense se ubicó como la primera en 2019 con el mayor número de feminicidios con 10 mujeres asesinadas, cifra que no deja de tener el sesgo burocrático ya mencionado.

Es en este contexto, que el movimiento estudiantil pone el acento al descubrir redes de pornografía y espionaje orquestados desde las aulas de la UAEMex y su rectoría.

Previo a esta manifestación hubo llamados al diálogo con el todavía rector Alfredo Barrera Baca, éste por su parte ha mostrado un doble rasero al momento de encarar el problema que ha sido incapaz de darle un cauce resolutivo; ante los medios de comunicación se muestra seguro, amable y conciliador, sin embargo, ante el movimiento estudiantil se ha mostrado displicente menospreciando las mesas de diálogo a las que le han convocado. Tal parece que sólo se muestra cuando tiene espacios a modo y bajo su control.

Así, en una combativa y significativa marcha el día de hoy, las y los estudiantes denunciaron la omisión de las autoridades universitarias para atender sus pliegos petitorios y un clima de violencia de género que ha ido en aumento, al grado de existir una red de pornografía generada con información robada a las jóvenes estudiantes por parte de los mismos alumnos hombres de esta universidad.

Decenas de mujeres y hombres salieron a las calles a decirle a la sociedad que en la UAMex existen casos de acoso y abuso sexual, violación, hostigamiento, amenazas, abuso de poder y feminicidios, como los casos de las alumnas Areli Lizbeth Salazar Segura y Deni Aurora Hernández y la maestra Sonia Pérez.

Embozadas y embozados por cuestiones de seguridad, mostraban pancartas y realizaban pintas denunciando que en la UAEMex profesores piden favores sexuales y se insinúan a estudiantes, asesinan maestras, criminalizan al movimiento y señalan la complicidad de rectoría entre las redes de pornografía y espionaje.

Con actitud intimidatoria, la policía estuvo fotografiando toda la marcha, incluso por elementos que son parte de la academia de policía de la ciudad y los cuales no tienen el carácter de servidor público, lo que demuestra que ni ellos mismos son capaces de hacer valer sus propios reglamentos, incurriendo en actos de corrupción.

Al arribar al edificio que alberga la rectoría de la UAMex, el COCOL dejó claro su descontento manifestándose legítimamente en acciones directas que son un síntoma del hartazgo de un sector de la sociedad ante la ineptitud y el cinismo de autoridades como Barrera Baca que trata de minimizar e infantilizar un movimiento que se mantiene firme en sus demandas.

Una de las demandas que resonaba a lo largo y ancho de la marcha fue la renuncia de Alfredo Barrera Baca al frente de rectoría, desconociéndolo como un interlocutor válido y llamando al Consejo Universitario a que asuma la responsabilidad del momento histórico que atraviesa la universidad.

A su paso, las y los estudiantes de psicología, trabajo social, planeación urbana, filosofía, humanidades, ciencias políticas, artes, comunicación, letras, antropología y ciencias ambientales, recibían gestos solidarios de parte de la gente de a pie; “bien muchachos”, “son unas chingonas”, puños levantados y sonrisas, eran las muestras de solidaridad de una sociedad que no podía ocultar su asombro y simpatía, aunque algunos mostraban su desacuerdo, lo cierto es que nunca más tendremos la comodidad de un silencio cómplice que normalizó la violencia de género y ha negado el acceso a la justicia a las mujeres tanto en los espacios públicos como en los privados de nuestra vida cotidiana.

Ante esa ausencia de justicia, el resurgir de los movimientos feminista y estudiantil, representan la necesidad de asumir políticamente la erradicación del machismo en nuestras relaciones sociales y la destrucción del patriarcado como punto de partida para sentar las bases de algo nuevo, mejor y distinto desde lo común, es ahí donde está una parte de la legitimidad de este movimiento.

Como punto final, la marcha llegó a la Cámara de Diputados del Estado de México, donde el COCOL hizo entrega del pliego petitorio general y la exigencia para que renuncie a su cargo Alfredo Barrera Baca.

Por la tarde, el rector de la UAEMex, subió a su cuenta oficial de Facebook, su posicionamiento respecto a la manifestación del COCOL; con un discurso autoritario en el que asume el papel de juez y parte, desacredita las demandas estudiantiles y se adjudica una representatividad que es cuestionada por el movimiento estudiantil al haber sido candidato único en el proceso de elección como rector.

Estas acciones se enmarcan en la campaña de desprestigio que desde las distintas direcciones de las facultades se ha orquestado en contra del movimiento estudiantil con los autodenominados “antiparistas”: páginas de Facebook, acopio de firmas electrónicas, grupos de whatsapp, robo y exposición de información privada, medios de comunicación, son sólo algunas de las formas en que se ha ido montando un sesgo informativo desde la opinión pública.

La imagen que quizás puede sintetizar el sentir de la marcha, es la de las compañeras que durante más de dos horas repartieron gel antibacterial entre toda la población, lo que implica darle una dimensión política muy fuerte al cuidado y al autocuidado cuando se lucha por la vida, algo que este movimiento estudiantil demuestra cada día, el gran acto de amor que es su rebeldía es ahora parte de una historia viva que puede transformar el mundo.

Para ellas y ellos toda nuestra solidaridad, simpatía y cariño.

Colectiva Autónoma de Colaboración Social