Décima Parte: Acerca de las Pirámides y sus usos y costumbres. Conclusiones del análisis crítico de MAREZ y JBG
Décima Parte: Acerca de las Pirámides y sus usos y costumbres.
Conclusiones del análisis crítico de MAREZ y JBG.
(Fragmento de la entrevista hecha al SubComandante Insurgente Moisés en los meses de agosto-septiembre del 2023, en las montañas del Sureste Mexicano)
Noviembre del 2023.
Introducción. –
¿Quién construyó Tebas, la de las siete Puertas? En los libros aparecen los nombres de los reyes. ¿Arrastraron los reyes los bloques de piedra? Y Babilonia, destruida tantas veces, ¿quién la volvió siempre a construir? ¿En qué casas de la dorada Lima vivían los constructores? ¿A dónde fueron los albañiles la noche en que fue terminada la Muralla China? La gran Roma está llena de arcos de triunfo. ¿Quién los erigió?
Bertold Brecht.
Sabida es la obsesión que tienen los sistemas dominantes, a lo largo de su historia, en rescatar la imagen de las clases o castas dominantes derrotadas. Como si en el vencedor estuviera la preocupación de neutralizar la imagen del vencido: obviar su caída. En el estudio de los restos de la civilización o cultura vencida, se suele hacer hincapié en los grandes palacios de los gobernantes, las construcciones de carácter religioso de la alta jerarquía, y en las estatuas o monumentos que los dominantes de entonces hacían de sí mismos.
No siempre con genuino interés antropológico o arqueológico (no es lo mismo), se estudian, por ejemplo, las pirámides. Su sentido arquitectónico-religioso -a veces también científico-, y lo que en los folletos turísticos (y los programas políticos de todo el espectro) llaman “el esplendor del pasado”.
Es natural que los distintos gobiernos se fijen y, no sin suspiros anhelantes, se concentren en reyes y reinas. Los grandes palacios y pirámides pueden ser señalados como referentes del avance científico de esas épocas, de la organización social y de las causas “de su desarrollo y declive”, pero a ningún gobernante le gusta ver reflejado su futuro en el pasado. Por eso retuercen la historia pasada y es posible reagendar fundaciones de ciudades, imperios y “transformaciones». Así que, sin darse cuenta, cada selfie que se toman en sitios arqueológicos oculta más de lo que muestra. Allá arriba, el vencedor del hoy será el derrotado del mañana.
Pero, si no se menciona que esas construcciones debieron tener quiénes las diseñaran -sus arquitectos, ingenieros y artistas-, mucho menos habrá referencia a “la mano de obra”, es decir, a los hombres y mujeres sobre cuyas espaldas (en más de un sentido) se levantaron esas maravillas que asombran a turistas de todo el mundo, mientras hacen tiempo para ir al antro, al mall y a la playa.
De ahí a ignorar que la descendencia de esa “mano de obra” se mantiene viva y actuante, con lengua y cultura, hay un solo paso. Las originarios que levantaron, por ejemplo, las pirámides de Teotihuacán y de la zona Maya en el sureste mexicano, existen (es decir, resisten) y, a veces, agregan a su resistencia ese componente subversivo que es la rebeldía.
En el caso de México, los distintos gobiernos prefieren a los originarios como artesanía viva y, a veces, como coreografía a modo. El gobierno actual no representa ningún cambio en esto (bueno, no sólo en eso, pero no es el tema). Los pueblos originarios siguen siendo objeto de la limosna (esa aspirina para sinvergüenzas), acarreo electoral, curiosidad artesanal y punto de fuga para quienes administran la destrucción en curso: “voy a destruir tu vida, es decir, tu territorio; pero no te preocupes, voy a conservar las pirámides de quienes explotaron a tus ancestros y esas cosas chistosas que hablas, vistes y haces”.
Dicho lo anterior, esta “imagen” de la pirámide -la punta superior angosta y la base inferior ancha-, es usada ahora por el Subcomandante Insurgente Moisés para explicarnos algo de lo que fue el análisis (feroz e implacable, a mi entender) del trabajo de los MAREZ y Juntas de Buen Gobierno.
El Capitán
Algo de historia, no mucha, sólo de 30 años.
Los MAREZ y Juntas de Bueno Gobierno no fueron todo mal. Hay que recordar cómo llegamos a ellos y a ellas. Para los pueblos zapatistas fueron como una escuela de alfabetización política. Una auto alfabetización.
La mayoría no sabíamos leer, ni escribir, ni hablar español. Además, hablamos distintas lenguas. Eso fue bueno, porque entonces nuestra idea y nuestra práctica no vino de fuera, sino que tuvimos que buscar en nuestras cabezas, en nuestra historia como indígenas, en nuestro modo pues.
Nunca habíamos tenido la oportunidad de gobernarnos. Siempre fuimos gobernados. Aún desde antes de los españoles, el imperio Azteca, al que mucho quiere el actual gobierno -creo porque les gusta eso de los mandones-, oprimía a muchas lenguas y culturas. No sólo en lo que ahora es México, también en lo que ahora es Centroamérica.
La situación en la que estábamos pues era de muerte y desesperación. Nos cerraron todo. No había ni puertas, ni ventanas, ni rendijas. Como que querían que muriéramos ahogados. Entonces pues, como quien dice, tuvimos que abrir una grieta en ese muro que nos encerraba y nos condenaba. Como si todo fuera oscuridad y con nuestra sangre prendiéramos una lucecita. Eso fue el alzamiento zapatista, una lucecita en la noche más oscura.
Luego vino que mucha gente pidió que alto al fuego, que hay que hablar. De eso pues ya saben los ciudadanos. A muchos de ellos les había pasado lo mismo que a nosotros, que los malos gobiernos no cumplen nunca. Y no cumplen porque los gobiernos son los principales opresores. Entonces pues teníamos que escoger si esperamos que algún día cumplen, o le buscamos por nuestro lado. Y escogimos buscar nuestro camino.
Y bueno, pues había que organizarse para eso. Nos habíamos organizado y preparado durante 10 años para levantarnos en armas, para morir y matar, pues. Y entonces resulta que teníamos que organizarnos para vivir. Y vivir es libertad. Y justicia. Y poder gobernarnos nosotros mismos como pueblos, no como niños chiquitos que así nos ven los gobiernos.
Ahí fue donde llegó en nuestra cabeza que tenemos que hacer un gobierno que obedezca. O sea que no haga como quiere, sino que cumpla con lo que dicen los pueblos. O sea “mandar obedeciendo”, que es la palabra que ahora plagian los sinvergüenzas de ahora (o sea que no sólo plagian tesis. Nota de la redacción).
Entonces con los municipios autónomos aprendimos que sí podemos auto gobernarnos. Y eso fue posible porque muchas personas nos apoyaron sin interés para encontrar el camino de vida. O sea que esa gente no vino a ver qué sacaba -como ésos que me imagino que tú les vas a contar a los de afuera cuando hables de los 30 años-, sino realmente se comprometió con un proyecto de vida. Y hubo quien quiere decirnos cómo debemos hacer. Pero no nos alzamos en armas para cambiar de patrón. No hay patrón bueno. Pero hubo otras personas que sí nos respetaron nuestro pensamiento, nuestro modo.
El valor de la palabra.
Cuando nosotros obtenemos ese apoyo, pues es como un compromiso que hacemos nosotros. Si decimos que necesitamos apoyo para hacer escuelas y clínicas, para preparar promotores de salud y de educación, por dar un ejemplo, pues tenemos que cumplir. O sea que no podemos decir que es para una cosa y la usamos para otra. Teníamos y tenemos que ser honrados, porque esa gente no viene a explotarnos, sino a animarnos. Así lo vimos.
Entonces pues tenemos que aguantar los ataques y las chingaderas de los malos gobiernos, de los finqueros, de las grandes empresas, que están dale y dale para probarnos a ver si aguantamos o fácil es que nos caemos en una provocación para acusarnos que decimos mentiras, que queremos también Poder y paga. Y eso del Poder pues es como una enfermedad que mata las buenas ideas y corrompe, o sea que como que enferma a la gente. Y ahí tienes que una persona que parece buena gente, pues ya con Poder pues se enloquece. O tal vez ya estaba loco y el Poder como que le encueró su corazón.
Entonces pues pensamos que necesitamos organizar, por ejemplo, nuestra salud. Porque claro vimos y vemos que lo que hace el gobierno es una gran mentira que sólo es para robar y no le importa que la gente se muera, sobre todo si es indígena.
Y pasó que, cuando hacemos esa grieta en el sistema y nos asomamos, pues vemos muchas cosas. Pero también mucha gente nos ve. Y entre esa gente, hay quien nos miró y se arriesgó en ayudar y apoyar. Porque ¿qué tal que somos mentirosos y no hacemos lo que decimos? Pero bueno, se arriesgaron y pues nos comprometieron.
Mira, allá afuera, en las ciudades, la palabra no vale. Pueden decir una cosa en un momento, y en un minuto después dicen lo contrario y como si nada, tranquilos. Ahí está por ejemplo la que dicen “mañanera”, que un día una cosa y otro día lo contrario. Pero, como da paga, pues le aplauden y contentos porque les da unas limosnas que ni siquiera sale esa paga de su trabajo, sino de lo que da la gente trabajadora a los gobiernos con los impuestos, que son como el “cobro de piso” del crimen desorganizado.
Entonces esa gente nos apoya y empezamos poco a poco con medicina preventiva. Como ya habíamos recuperado las tierras, pues mejoramos nuestra alimentación, pero se necesitaba más. Entonces pues salud. Hay que recuperar los conocimientos de herbolaria, pero no bastan, se necesita también la ciencia. Y gracias que doctores y doctoras, que les decimos “fraternidades” porque son como nuestros hermanos, se pusieron a modo y nos orientaron. Así pues que nacieron o se formaron los primeros formadores de Salud, o sea los que preparan a los promotores.
Y también pues la educación, sobre todo la castilla. Porque para nosotros es muy importante el español porque es como el puente en que podemos comunicarnos y entendernos entre lenguas diferentes. Por ejemplo, si hablas tzeltal pues vas a batallar para comunicarte con lengua cho´ol, o tzotzil, o tojolabal, o zoque, o mame, o quiché. Entonces pues hay que aprender el español. Y las escuelas autónomas son muy importantes para eso. Por ejemplo, nuestra generación pues habla combinado lengua y español, o sea no mero bien, o sea que hablamos chueco. Pero ya hay generaciones de jóvenes, que aprendieron en escuelas autónomas, que lo saben mejor la castilla que algunos ciudadanos. El finado SupMarcos decía que esos jóvenes podían corregirle los escritos a estudiantes de Universidad. Y tú lo sabes que, antes, para hacer una denuncia, tenía que irse a la Comandancia para redactar. Pero luego ya no. En cada autoridad autónoma había un o una escribidora, y pues cabal salía.
Luego pues un avance como que empuja a otro. Y al poco tiempo pues esos jóvenes quieren más, aprender más. Entonces organizamos nuestra salud en cada pueblo, cada región y zona. Vamos avanzando en cada área de la salud, parteras, plantas medicinales, hueseros, laboratorio, dentista, ultrasonido, entre otras áreas, hay clínicas. E igual en la escuela, es decir, educación. Decimos escuela, porque educación nos falta también los adultos, es muy amplio para nosotros, educación, y no solo los niños y adolescentes.
Además, organizamos el trabajo productivo porque ya tenemos tierra, que antes estaba en manos de los finqueros. Y así trabajamos en familiar y en colectivo la milpa, el frijolar, el cafetal, hortalizas, granjas. Y algo de ganado, que más se usa para emergencias económicas y para las fiestas. El trabajo colectivo permitió la independencia económica de las compañeras y eso trajo muchas cosas más. Pero de eso ya han hablado ellas.
Una escuela.
O sea que como quien dice que aprendimos a gobernarnos y así pudimos hacer a un lado a los malos gobiernos y a organizaciones que dizque son izquierdistas, progresistas y no sé qué tanto. 30 años aprendiendo de lo que es ser autónomo, o sea que nos auto dirigimos, nos autogobernamos. Y no ha sido fácil, porque todos los gobiernos que han pasado de PRI, PAN, PRD, PT, VERDE y MORENA pues no se acaba su gana de destruirnos. Por eso, igual que en los gobiernos pasados, en éste salió eso de que ya nos desaparecimos, o que ya nos huimos, o que ya estamos muy derrotados, o que ya no hay de zapatista, que nos fuimos a Estados Unidos o a Guatemala. Pero ya ves, pues aquí estamos. En resistencia y rebeldía.
Y lo más importante que aprendimos en los MAREZ es que la autonomía no es de teoría, de escribir libros y hacer discursos. Es de hacer. Y lo tenemos que hacer nosotros como pueblos, y no esperar que alguien viene a hacerlo por nosotros.
Todo eso es, digamos que lo bueno de MAREZ: una escuela de autonomía práctica.
Y las Juntas de Buen Gobierno pues también fueron muy importantes porque con ellas aprendimos a intercambiar ideas de luchas con otros hermanos de México y del mundo, donde vimos bien la agarramos y donde vimos que no, lo desechamos. Algunos nos dicen que tenemos que obedecer así como dicen. ¿Dónde va a ser eso? Si nosotros pusimos nuestra vida en juego. O sea que eso valemos: nuestra sangre y la de generaciones de antes y de las que vienen. No estamos para que nadie nos venga a decir qué vamos a hacer, aunque muy sabedor se presuma. Con las JBG aprendimos a encontrarnos y a organizarnos, a pensar, a opinar, a proponer, a discutir, a estudiar, a analizar y a decidir por nosotros mismos.
O sea que, como resumen, te digo que los MAREZ y JBG sirvieron para que aprendiéramos que la teoría sin práctica es pura lengua. Y que la práctica sin teoría, pues andas como ciego. Y como de lo que empezamos a hacer no hay teoría o sea que no hay manual o un libro, pues entonces también lo hemos tenido que hacer nuestra propia teoría. A los tropezones hicimos la teoría y la práctica. Creo por eso no muy nos quieren los teóricos y las vanguardias revolucionarias, porque no sólo les quitamos la chamba. También les mostramos que una cosa es el palabrerío y otra la realidad. Y aquí estamos los ignorantes y retrasados como nos dicen, que no podemos encontrar el camino porque somos campesinos. Pero aquí estamos y aunque nos nieguen, existimos. Ni modos.
La Pirámide.
Bueno, pues sigue lo malo. O más que malo, es que demostró ya no va a servir para lo que viene. Además de las fallas que de por sí. Según me dices, eso de cómo empezó todo esto o sea cómo llegó en nuestra cabeza, les vamos a contar luego, ahí lo vamos a ver.
El principal problema es la maldita pirámide. La pirámide fue separando a las autoridades de los pueblos, se fueron alejando entre pueblos y autoridades. No bajan tal cual las propuestas de autoridades a los pueblos, ni tampoco llegan a las autoridades las opiniones de los pueblos.
Por razón de la pirámide se cortan muchas informaciones, las orientaciones, sugerencias, apoyos de ideas que explican los y las compañeras de CCRI. No transmite cabal la Junta de Buen Gobierno y la misma cosa pasa cuando es explicado los Autoridades de los Municipios Autónomos Rebelde Zapatistas, de nueva cuenta se repite cuando los MAREZ le informan a las asambleas de autoridades de los pueblos y por ultimo así sucede con los autoridades de los pueblos cuando explican ya cada pueblo. Muchos cortes de información o interpretaciones, o agregados que no estaba así en su originalidad.
Y también se hicieron muchos esfuerzos en la formación de las autoridades y cada 3 años se salen y entran nuevos. Y la base principal de sus autoridades de los pueblos no se está preparando. O sea, no se forman relevos. “Colectivo de gobierno” dijimos y no se cumplía a cabalidad, pocas veces se hacían así los trabajos y es más lo que no se cumple, tanto en MAREZ y en las JBG.
Se estaba cayendo ya en querer decidir ya ellas, las autoridades, los quehaceres y las tomas de decisiones, como MAREZ y JBG. Querían dejar un lado los 7 principios del mandar obedeciendo.
También hubo Ongs, que a fuerzas quieren que se acepte sus proyectos que llevaban en las JBG y en los MAREZ y no es lo que necesitaban los pueblos. Y personas que visitaban, quedan como amigos y amigas de una familia o un pueblo y a ellos sólo a ellas les mandaban alguna ayuda. Y algunos visitantes de plano querían dirigirnos y tratarnos como sus mozos. Y pues con mucha amabilidad teníamos que recordarles que somos zapatistas.
Y también hubo, en algunos MAREZ y JBG, mala administración de recursos de los pueblos, y, claro, fueron sancionados.
O sea que, en resumen, se vio que la estructura de cómo se estaba gobernando, de pirámide, no es el camino. No es de abajo, es de arriba.
Si el zapatismo fuera sólo el EZLN pues es fácil dar órdenes. Pero el gobierno debe ser civil, no militar. Entonces mismo el pueblo tiene que buscar su camino, su modo y su tiempo. Dónde y cuándo qué cosa. Lo militar debe ser sólo para defensa. Pirámide puede servir tal vez para militar, pero no para civil. Eso es lo que vemos.
Ya en otra vuelta contaremos cómo está mero la situación acá en Chiapas. Pero ahora sólo decimos que está como en cualquier otra parte. Está más peor que los años pasados. Ahora los matan en sus casas, en sus calles, en sus pueblos. Y no hay gobierno que vea y escuche las exigencias de los pueblos. Y no hacen nada porque ellos meros son los criminales.
No sólo eso. Ya lo hemos dicho que se ven muchas desgracias que van a llegar o que ya están aquí. Si ves que va a llover o que ya están cayendo las primeras gotas y el cielo está negro como alma de político, pues sacas tu nailon y buscas dónde te vas a meter. El problema es que no hay dónde te vas a proteger. Tienes que construir tu propio refugio.
El asunto es que vimos que con MAREZ y JBG no se va a poder enfrentar la tormenta. Necesitamos que la Dení crezca y viva y que nazcan y vivan todas las otras siete generaciones.
– Por todo esto y lo demás, entramos a una gran serie de reflexiones y llegamos a conclusión que sólo nos queda una gran discusión de todos los pueblos y análisis, de qué forma enfrentar la nueva y mala situación y al mismo tiempo de cómo vamos a seguir gobernándonos. Se llevaron a cabo reuniones y asambleas, zona por zona, hasta llegar a un acuerdo de que ya no van existir Juntas de Buen Gobierno ni los Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas. Y que necesitamos una nueva estructura, o sea acomodarnos de otra forma.
Claro, esta propuesta no es sólo de reorganizar. Es también una nueva iniciativa. Un nuevo reto. Pero creo que eso es lo que diremos después.
Así en general, sin tanto rollo, pues, los MAREZ y JBG sirvieron, y mucho, en esa etapa. Pero ya sigue otro paso y esas ropas ya nos quedan cortas, rabonas, y se rompen y aunque vas remendando, de balde. Porque va a llegar un momento en que pura tira de tela.
Entonces lo que hicimos pues es cortar la pirámide. La mochamos pues de la punta. O más bien como que la volteamos, la pusimos de cabeza.
¿Celebrar el pasado o el futuro?
Tenemos que seguir caminando y en plena tormenta. Pero ya estamos hallados como pueblos a caminar con todo en contra.
Este diciembre y enero que vienen, no celebramos los 30 años del alzamiento. Para nosotros cada día es una celebración, porque estamos vivos y luchando.
Vamos a celebrar que empezamos un camino que nos va a llevar al menos 120 años, tal vez más. Ya llevamos rodando más de 500 años, así que no falta mucho, apenas poco más de un siglo. Y eso ya no queda tan retirado. Es, como dice José Alfredo Jiménez, “ahí nomás tras lomita”.
Desde las montañas del Sureste Mexicano.
Subcomandante Insurgente Moisés.
(Fragmento de la entrevista realizada por el Capitán Marcos, para los Tercios Compas. Copyleft México, noviembre del 2023. Autorización de la JBG… ah caray, si ya no hay Juntas… bueno, del MAREZ… pues tampoco… Bueno, el asunto es que sí está autorizado. La entrevista fue realizada a la antigüita, o sea como antes hacían los reporteros, con cuaderno y lapicero. Ahora ya ni siquiera van al lugar a buscar la nota, la sacan de las redes sociales. Sí, una pena, oiga).
Doy fe.
El capitán, practicando la cumbia “Sopa de Caracol”. ¡Tállele manque haiga lodo!