Proyecto Radio Ké Huelga

Como parte de la celebración de los 25 años de la Ké Huelga, rescatamos un artículo que circuló tras la toma de la UNAM por la Policía Federal Preventiva, firmado por Palmer Eldritch y Eduardo Salgado en el año 2000


Proyecto Radio Ké Huelga

“KeHuelga en algún lugar de tu conciencia”

Radio Libre

"Llamamos radio libre al fenómeno comunicativo de las emisoras que, al no contar con financiamiento de instituciones públicas ni privadas por publicidad, a veces ni siquiera con autorización legal, generalmente operan con la tecnología más elemental, siempre al alcance de la mano, para dar a conocer información y cultura que no tienen cabida en la radio oficial o comercial", comenta Iván Rincón Espíru. Abierta a la participación directa de quien la escucha, la radio libre se hace así laboratorio de una comunicación diferente, horizontal y experimental, opuesta a aquella de los medios de comunicación masivos oficiales, verticales y unívocos.

La historia de las radios libres, piratas como mejor se conocen, es subterránea, es decir poco conocida y difundida, por lo que ha sido hasta ahora poco valorada, como experiencia importante en una sociedad que pretende crecer y emanciparse. La radio libre en Europa y en América Latina, antes que en México, ha sido una forma de resistencia a la ofensiva monopolística de los medios de comunicación y a la falta de acceso a tales medios por parte de la sociedad.

Desde la selva centroamericana hasta los barrios de las capitales europeas, desde las islas caribeñas hasta las pluriétnicas metrópolis norteamericanas, durante los años setentas y en fuerza menor a lo largo de los ochentas, se han escuchado las voces rebeldes. En México la experiencia de radio libres e independientes es relativamente joven. Pero no obstante esto, la historia de estas emisoras tan pequeñas como grandes eran los deseos de quien las armaba, nos cuenta algo de como la exigencia de salir de la información oficial y de sus esquemas previsibles sea sentimiento que acomuna parte de nuestra sociedad.

La primera radio libre que ha sacado de la oscuridad tal fenómeno social ha sido Radio Televerdad, promovida por el entonces diputado federal del PRD y por la Asamblea de Barrio, que empezó a transmitir en el agosto del 1994 desde Paseo de la Reforma e Insurgentes, "La esquina de la Información" en la Ciudad de México, a la vista de todos, pues la cabina, improvisada con una estructura de metal parecida a la de un puesto de tianguis, un techo de lona y sillas de plástico estaba en plena calle.

A esta han seguido toda una serie de radios (Radio Pirata, Radio Vampiro, etc.) que de la primera dependían adentro de la estructura Sistema Televerdad. Junto con esta red de emisoras libres durante la última década han nacido otras radios importantes como fue Radio Interferencia, Radio Vampiro, Radio Coyote (hoy Radio Neza) y esporádicas transmisiones desde la Selva Lacandona en Chiapas por parte de los rebeldes zapatistas. Contemporáneamente estudiantes de comunicación de la UAM, unidad Xochimilco, por el proyecto académico "La Radio Comunitaria" metían una radio en Morelos, Radio Comunitaria XEPTZ, La Voz del Tepozteco. Estos entre otros más ejemplos.

Todos estos momentos han ido sobreviviendo hasta encontrarse con dos problemas que aún caracterizan la radiodifusión en México: el primero, la ausencia de una legislación eficaz que permita un sano desarrollo de tales experiencias; segundo, los problemas técnicos que se enfrentan con el monopolio de los conocimientos, y que en la práctica se traduce en la imposibilidad de resolverlos.

Radio KeHuelga

La experiencia más reciente ha sido la Radio KeHuekga, la radio del Movimiento estudiantil de la UNAM. Sólo una semana después del estallido de la huelga estudiantil en la máxima casa de estudios, en el abril del año pasado, desde algún lugar del campus de CU alguien empezaba a transmitir una onda radio. Eran pocos watts, pero se alcanzaba a oír por toda CU. Iniciaban las trasmisiones de la Radio KeHuelga. Creyendo en la comunicación libre y abierta, unos cuantos muchachos limpiaron algunos cuartos nunca utilizados en el último piso de algún edificio, le metieron dos mesas, un par de micrófonos, lo mínimo indispensable para trasmitir y muchas ganas.

Dos han sido los retos ganados por los de la KeHuelga. El primero, fundamental como decíamos más arriba, fue lo de la construcción física de la radio. Los estudiantes no teniendo los fondos necesarios para conseguir un equipo suficiente y aprovechando lo que habían estudiado, cautín en mano empezaron a armar lo que sería su primer transmisor. Cerrados en un salón de alguna facultad, una semana después de la toma de las instalaciones, algunos chavos sentados alrededor de su transmisor, cruzaban los dedos: se iba a probar el equipo construido. La prueba fue un éxito y hay razón para pensar que ese día todo el campus se enteró del hecho, por los gritos y el entusiasmo que se difundió como emitidos por una antena. El segundo, fue la producción de programas. ¿Qué decir? ¿Qué vamos a comunicar y cómo lo hacemos? La grande responsabilidad frente a los oyentes y frente a si mismos, ha llevado a los estudiantes a apostar todo sobre el orgullo de su propio punto de vista respecto a los hechos. La programación abarcaba programas de pura música, en donde llegaban no sólo estudiantes a poner su género preferido, hasta programas temáticos (sobre cuestiones de público dominio, como la lucha contra el SIDA, la homosexualidad, la migración, etc.), todo alternado por paréntesis informativos. Sin embargo, la programación de Radio KeHuelga nunca ha sido fija, sino que ofrecía espacio a personas independientes u organizaciones que han trasmitido tan sólo por algunas semanas. La solidaridad que la huelga de la UNAM ha sabido recoger en el exterior de CU y hasta afuera de nuestras fronteras se ha concretizado un par de veces en puentes telefónicos. Desde EU y Canadá han llegado comentarios en vivo a través de las frecuencias de la KeHuelga.

Sin duda el elemento que más ha dado forma a la Radio KeHuelga fue el mismo movimiento estudiantil en el cual se ha encontrado. Un factor esto que ha signado el nacimiento y toda la duración en el aire de la KeHuelga. Una protesta que ha signado, junto con el conflicto en Chiapas, el fin de milenio del país. Un problema que no se resuelve solo en la UNAM. Un movimiento que ha incidido de forma indeleble en la conciencia de muchos jóvenes. La experiencia de cooperación "desde abajo" y en general la experiencia intelectual colectiva e individual han sido sin duda resultados fuertes de esta huelga.

La KeHuelga ha sido una figura más adentro de este movimiento estudiantil. Tachada de moderada por los estudiantes más radicales, acusada de ser ultra por las corrientes más moderadas del CGH, la Radio KeHuelga, gracias a esta capacidad de no dejarse involucrar en problemas internos al movimiento, se ha ganado poco a poco el respeto de todas las corrientes en el mayor órgano de decisión del movimiento. Este factor resulta importante cuando pensamos que la KeHuelga se convirtió en sujeto autónomo (en un nudo de la red, se podría decir), que no sólo ha amplificado la voz del movimiento estudiantil, sino que también con el pasar del tiempo pudo proponer y participar en las tomas de decisión. Una corriente que no se ha distinguido por su visión política particular, sino por su proyecto de comunicación "otra" y libre, antirracista e inconforme. Un ejercicio práctico de democracia y libertad de expresión, que sólo existen en México en la medida que cada individuo o colectivo se las construyen; en este caso literalmente en forma de transmisor, amplificador y antena.

El cariño que la radio se ganó adentro del movimiento estudiantil permitía a ésta de recibir aportaciones constantes y en los momentos más difíciles, la radio ha sido entre las primeras cosas que había que defender. A parte de lugar de debate entre estudiante y sociedad, la KeHuelga ha ofrecido cobertura mediática a todos los eventos. Desde teléfonos encontrados por las calles cruzadas por las marchas, algún teléfono celular prestado por algún amigo topado en los largos caminos, los de la KeHuelga han podido comentar y relatar sobre las acciones del movimiento. Todos los kehuelguista acuerdan la directa que se realizó con la Prepa 3 el día de las provocaciones. Una llamada por parte de algún estudiante de ese plantel avisaba de la llegada de "tres camiones de porros". A las tres horas los estudios de la radio estaban llenos de compañeros y las líneas telefónicas atascadas por llamadas de padres, trabajadores y amas de casa que escuchaban preocupados los acontecimientos.

Pero más allá del movimiento estudiantil, la KeHuelga, por las razones que antes explicábamos, se volvió punto de referencia por la gente que la escuchaba para conocer lo que pasaba adentro y afuera de CU, enlace entre sociedad y estudiantes en protesta. , función vital en un momento en que los grandes monopolios de comunicación electrónica se han convertido no sólo en la única fuente de información, sino también en el único privilegiado intermediario que dicta las relaciones morales entre grupos de mexicanos que no se conocen entre sí, pero que viven diferentes facetas de una misma realidad y diferentes síntomas de las mismas enfermedades. Además se convirtió en punto de referencia para muchos que quieren empezar o seguir trasmitiendo. Asesoria de programación, pero sobre todo asesoria técnica han sido motivos por los cuales los estudios kehuelguistas de repente se llenaran de gente con preguntas y necesidades.

Podemos considerar entonces que la experiencia de la KeHuelga ha dado algunos resultados que solo quien ponga atención y serio interés podrá valorar: en la radio nacida del movimiento estudiantil se pudo reunir conocimientos, compartirlos y aplicarlos, a través de la cooperación. Con pocos medios además de su propio conocimiento y sus propias ganas, los estudiantes tenían una radio que podía transmitir alrededor de las diez horas diarias. Autoconstruyendo su transmisor, juntando un poco de material de producción, la radio ha sido a lo largo de la huelga estudiantil un centro de información no oficial y un lugar de entretenimiento para todos los estudiantes que resguardaban las instalaciones y para todos aquellos que viven en las colonias periféricas a CU.

Los estudiantes pensaron en algún momento de formalizar un proyecto de radio, basado en la experiencia de la KeHuelga que se pudiera presentar frente a las autoridades universitarias una vez resuelto el conflicto. Creyendo en la buena fe de rector y su círculo, los estudiantes pensaron en presentar un proyecto multidisciplinar de comunicación con la creación de un sujeto autónomo dentro de la UNAM: la radio estudiantil, que involucrara las carreras de ingeniería, comunicación, economía, derecho, etc.. Pero, por como quieren concluir el conflicto parece difícil realizar un proyecto de este tipo que sea incluyente y autogestionado, como se había pensado.

Como en todas las experiencias precedentes, la KeHuelga ha recibido a lo largo de estos meses hostigamiento por parte de quien deseaba callar a los estudiantes. Diferentes han sido las formas: desde el claro y directo desprestigio verbal e impreso, hasta las señales de interferencia producidas por alguien que no quería escuchar los 102.1 FM de la radio estudiantil. ¿Gobernación? ¿La Sedena? ¿Algún porro tecnológico? Tal vez todas estas personas juntas han intentado impedir las transmisiones. Pero solo la intervención paramilitar de la Policía Federal Preventiva el pasado 6 de febrero, quitandoles el espacio, ha podido callar las voces de los nuevos rebeldes. Ellos aseguran que viendo llegar las fuerzas policíacas pudieron llevarse el material técnico más importante, así que, sostienen, la KeHuelga aún existe y pronto volveremos a escucharla; si no ella, la Nieta de la KeHuelga.

Conclusión

El proyecto de una radio libre y realmente al servicio de la comunidad, si por comunidad entendemos no un grupo asentado en un cierto teritorio, sino un grupo específico de personas que se acomunan alrededor de ideas, costumbres, culturas y necesidades, aún existe.

Los problemas a resolver son principalmente dos: la ausencia de una ley clara en materia de radio comunitarias y la falta de valorización de las necesidades reales en nuestra sociedad.

El primero, la legislación que norma la comunicación en nuestro país tiene a la fecha muchos anacronismos y grandes vacíos que no permiten encontrar otro espacio que no sea lo de la difusión comercial. Baste el ejemplo: la figura jurídica de Radio Comunitaria, que encontró gran éxito en toda América Latina, no tiene alguna definición especifica que permita entender responsabilidades y posibilidades, en nuestro país sólo esta definida dentro de la ficción de algunas telenovelas "alternativas".

El segundo, la necesidad que día tras día florece de tener una comunicación "otra", libre e independiente; la de tener un medio que permita las expresiónes de pluralidad desde abajo, comunicación abierta y horizontal.

Palmer Eldritch y Eduardo Salgado

28 de Febrero de 2000

Recuperado de http://isole.ecn.org/estroja/matte3.htm