Renunciamos, pues, a ser acumulación de capital político, y de manera más profunda, renunciamos a la muerte pasmada y lenta que el PRI-Estado nos ofrece como futuro, y especialmente para construir un futuro para las pequeñas generaciones que ya comienzan a aprender nuevas formas de existir en este territorio nuestro.
Por ello, frente a la aplanadora priísta y su plan arrollador, como colectivos, colectivas, organizaciones, pueblos y personas del Estado de México, alzamos la voz para comenzar un fuerte proceso de información y resistencia. Hoy, a 98 años de la muerte Emiliano Zapata, quien dejó una fuerte huella en nuestra entidad, repetimos aquí la petición con la que el general náhuatl cerraba sus comunicados: Nosotros rogamos a aquel a cuya mano se acerque este manifiesto que lo haga pasar por todo el Estado de México.
En el contexto actual de violencia instrumentada desde el Estado para legitimar sus políticas de seguridad, y ante el cerco mediático que disfraza, oculta y manipula la información sobre el origen, los intereses y las consecuencias que esto genera.
Hacemos un llamado a la sociedad a construir (…)