Fidencio Aldama: la libertad como moneda de cambio, utilizada por el gobierno de la 4T

El pasado viernes 14 de julio de 2023, nuestro compañero Fidencio Aldama fue puesto en libertad por las autoridades del Gobierno de Sonora, después de haber permanecido como rehén por casi 7 años, acusado de un homicidio que no cometió, por oponerse junto con su comunidad de Loma de Bácum a la construcción del Gasoducto Sonora.

Cuando Fidencio nos llamó en la madrugada del 15 de julio para comunicarnos que ya estaba libre, nos dio gusto saber la noticia, pero también nos embargó una profunda incertidumbre al desconocer la forma y las condiciones mediante las cuales fue liberado. Decimos lo anterior, porque estábamos preparando un Amparo Directo que sería presentado en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ante la reiterada negativa del Poder Judicial del Estado a reconocer la inocencia de Fidencio.

Cuando Fidencio fue notificado que estaba libre, el director del CERESO de Ciudad Obregón le quitó la boleta de libertad donde se ordenaba su excarcelación, sin que explicara los motivos de su proceder, aumentando con ello nuestras dudas, que para ese momento ya eran muchas. Por ello, decidimos ser prudentes y no especular ante la falta de información fidedigna que justificara esa libertad.

Pero la noticia no se hizo esperar y al día siguiente, medios locales como nacionales daban cuenta de la liberación según la información con la que contaban en ese momento. En lugar de hacer su propia labor periodística y de investigación, solo reciclaron la misma información falsa. Unos decían que debido al cambio de titular en la Fiscalía del Estado se abrió la puerta para la liberación, otros más señalaron que debido a que la Fiscalía no pudo acreditar la acusación, un juez federal lo dejó en libertad ante la falta de pruebas que acreditaran su responsabilidad. Ese fue el guion que les entregaron para ser reproducido constantemente, y construir la mentira que días después se demostraría.

Un factor que estuvo presente en todo momento, meses antes de la liberación de Fidencio, fue la presión ejercida por parte de autoridades municipales, estatales y federales que lo visitaron en el penal para que les firmara un documento donde autorizaba al director del Penal para realizar los trámites para solicitar un beneficio penitenciario que le devolviera la libertad, pero aceptando su responsabilidad en el homicidio que le fue fabricado. Sin embargo, Fidencio se negó, porque desde la fecha en que fue detenido ha sostenido su inocencia negando la acusación en su contra.

En consecuencia, las autoridades no se dieron por vencidos. Siguieron las visitas y con ello las presiones de funcionarios del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), del delegado de la Secretaría de Gobernación Federal en el Estado de Sonora, Máximo Moscoso, así como funcionarios estatales y municipales; se atrevieron incluso a llevar a su familia para que aumentara más la presión, revocara a sus abogados y les firmara ese documento que supuestamente le regresaría la libertad y reconocería su inocencia. En suma, el martes 11 de julio del año en curso, nuevamente dichos funcionarios acudieron al penal con un nuevo documento supuestamente dirigido al Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, donde incluso permitieron que Fidencio hiciera algunas modificaciones al mismo para que se reconociera su inocencia, señalando que una vez presentado se le concedería la libertad absoluta. Fue este documento el que firmó Fidencio.

Así, llegamos al viernes 14 de julio. Fidencio fue liberado después de las nueve de la noche creyendo que su libertad era absoluta al ser considerado inocente. Poco duró ese gusto, porque el jueves 20 de julio Fidencio fue notificado de una resolución emitida por un juzgado de ejecución de sanciones, que se le había concedido el sustitutivo de prisión de tratamiento en semilibertad, y que tenía que ponerse a disposición de la autoridad que va a encargarse de vigilar las condiciones que tiene que cumplir, durante el tiempo restante de la pena que le fue impuesta. Cabe aclarar que Fidencio no solicitó dicho sustitutivo de prisión, que fue tramitado sin su consentimiento y sin que le explicaran las consecuencias del mismo.

¿Qué significa todo esto? Que Fidencio fue engañado, que la supuesta libertad que le concedieron no es absoluta, que es controlada, que no fue reconocido inocente del delito de homicidio que le fabricaron, que la figura de la semilibertad implica que Fidencio acuda todos los días a las ocho de la noche al Centro Penitenciario y se interne, para que salga al otro día a las ocho de la mañana, se vaya a trabajar, posteriormente a la escuela a estudiar y después ingrese nuevamente a la prisión, durante 7 años y tres meses, tiempo que le resta por cumplir de una pena de 14 años a la que fue sentenciado. Es decir, todo está diseñado para que, en caso de incumplimiento, el juez le revoque la libertad a Fidencio, gire una orden de reaprehensión y sea encarcelado nuevamente. En lugar de semilibertad, consideramos que se trata de la continuación de su encarcelamiento. Mientras Fidencio tenga que pisar una cárcel, no está libre y sigue siendo un preso político y un rehén del Estado.

¿Por qué tanto afán para liberar a Fidencio? La urgencia por liberar a nuestro compañero el viernes 14 de julio, surgió por la necesidad que tenían los encargados de la implementación del Plan de Justicia Yaqui en Sonora, de hacer coincidir dicha liberación, con la gira que tuvo los días 15 y 16 de julio el presidente Andrés Manuel López Obrador, para supervisar las obras relacionadas con el Plan de Justicia Seri, el Distrito de riego 1 y el Plan de Justicia Yaqui, donde una de las demandas centrales de las autoridades tradicionales de la Loma de Bácum era la libertad de Fidencio Aldama. Todo está claro, nunca han tenido la intención de reconocer la inocencia de Fidencio. Tanto el gobierno de Claudia Pavlovich que fabricó la acusación, como el gobierno del morenista Alfonso Durazo; han utilizado y siguen utilizando la prisión política como castigo ejemplar para quienes se oponen a sus intereses político-económicos, y la libertad como moneda de cambio para seguir avanzando en la construcción de los megaproyectos de las empresas extranjeras, en la explotación de los recursos naturales y en el despojo del agua y de las tierras de la Tribu Yaqui.

Finalmente, pensamos que la semilibertad otorgada a Fidencio es la manera más segura que tiene el gobierno de la 4T, para controlar la disidencia y asegurar que sus obras y proyectos de muerte se cumplan. Hoy como ayer, Fidencio sigue siendo rehén de los tres órdenes de gobierno.

Responsabilizamos al presidente Andrés Manuel López Obrador, al gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, al titular del INPI, Adelfo Regino, al Director General de Sempra Energy, Jeffrey W. Martin, y a la presidenta de Grupo, Energías Limpias e Infraestructura Energética de Sempra Infraestructura, Tania Ortiz Mena, por el encarcelamiento de Fidencio y por cualquier amenaza, hostigamiento o daño cometido contra Fidencio o su familia.

Fidencio se mantiene firme y nosotros nos mantenemos firmes a su lado. La lucha continúa por su liberación inmediata y absoluta. Les pedimos que se unan a nosotrxs para exigirla y luchar por ella.

¡Libertad para Fidencio Aldama!
¡Libertad para todxs lxs presxs!
¡Solidaridad con Miguel Peralta!

Grupo de Apoyo a Fidencio Aldama
Los Otros Abogadoz
Fidencio Aldama

Ver en línea : Fuente original