A 100 años del asesinato de Emiliano Zapata la revolución de los pueblos nos junta

Comunicado del Movimiento de las Mujeres del Kurdistán en la asamblea general, en Amilcingo, del Consejo Nacional Indígena (CNI) y durante la marcha multitudinaria en el pueblo de Chinameca:

Queridas compañeras, queridos compañeros

Hermanas y hermanos en la lucha,

Participamos hoy como Movimiento de Mujeres de Kurdistán desde Latinoamérica, unidas en el amor por la tierra y libertad y en la defensa de la sociedad contra cada injusticia que atente a los valore éticos y políticos desarrollado en autonomía por la historia de la libertad de los pueblos y de las mujeres en el mundo. Esta historia ancestral compartida nos acerca a la lucha sin fin que realizó Emiliano Zapata y que sigue hasta ahora. Y con la conciencia de que esa lucha no terminará en su intensidad hasta que no obtengamos todo lo que nos corresponde: construir un mundo sin explotación estatal, sin racismo, sin capitalismo y patriarcado, en donde las mujeres jueguen un rol motor de transformación en todo los ámbitos de la vida.

Hemos dicho que frente a todo sistema colonial, capitalista y estatal, las mujeres son la primera colonia más explotada: así, hemos hecho una afirmación muy radical.

Decimos hoy que esta afirmación radical tiene que encontrar respuestas y soluciones aún más radicales, que van a las raíces de los problemas de la modernidad capitalista, para crear un otro sistema de vida sin esclavitud para las mujeres y así, consecuentemente, para la sociedad entera.

En Rojava hoy tenemos la prueba de que otro mundo, donde quepan muchos mundos, es posible.

Hoy las fuerzas yihadistas, producto del sistema capitalista global, del Estado Islámico han sido derrotadas definitivamente por las Unidades de Protección de las Mujeres (YPJ) en Deir Ezzor. Una victoria obtenida gracias al pensamiento libre de una miríada de pueblos, gracias a la fuerza intercultural de autoorganización presente en millones de mujeres y hombres en el Norte de Kurdistán, como en Rojhelat u como en el proyecto revolucionario de la Federación Democrática y Confederal del Norte de Siria.

Desde Morelos hasta Kurdistán confluimos en el río de la modernidad democrática, caminando codo a codo, sintiendo en la piel de nuestros cuerpos cercanos la lucha, desde las ciudades hasta las selvas, desde las cárceles hasta las montañas, de las mártires revolucionarias y de todos los caídos, como Samir Flores. Con el espíritu de Sakine Cansiz, de Berta Cáceres, de Marielle Franco, de Bety Cariño, de nuestra revolucionaria argentina Alina Sánchez, que construyó puentes entre nuestros deseos y continentes, seguimos caminando, multiplicadas y más fuertes.

Al cumplirse 100 años del asesinato de Emiliano Zapata, más allá de los debidos y merecidos homenajes a su vida y obra, hoy decimos que queremos saldar la deuda histórica con los pueblos y las mujeres indígenas en el frente, en cada rincón del planeta, como protectoras de la tierra, del aire que todo los días respiramos, de los ríos, con todas las mujeres en que se levantan en el mundo contra el capitalismo patriarcal y fascista.

Motivada por estos mismos sueños, en contra de este sistema de poder mundial y en contra de la dictadura del Estado turco, Leyla Güven junto a miles de presos y presas políticas y activistas de todo el mundo, inició una huelga de hambre que sigue desde hace más de 150 días. Su objetivo está vinculado a una idea de libertad universal, en la voluntad de romper el aislamiento contra el filósofo revolucionario del confederalismo democrático, Abdullah Öcalan, que está en una prisión de máxima seguridad desde hace más de veinte años. Le resistencia llevada a cabo hoy por el pueblo kurdo a través de la acción pionera de la compañera Leyla es un nuevo nivel histórico de resistencia.

La liberación de la ciudad kurda de Afrin ocupada por Turquía es el próximo paso en la resistencia, que nos llevará a romper con el fascismo gracias a una revolución de mujeres que se hace cada día más grande.

Como Emiliano Zapata y Abdullah Öcalan nos demostraron, las ideas no pueden ser detenidas. Siguen inspirando generaciones y fortaleciendo a las comunidades. No hemos apagado la luz que nuestras hermanas luchadoras zapatista nos han regalado, porque ilumina más que nunca nuestros retos y nuestros sueños, y se trasformará en fuego de esperanza y libertad, en alternativa autoorganizada al sistema en cada lugar del mundo donde haya opresión, desarrollando el autogobierno con el confederalismo democrático mundial de las mujeres, en pluralidad y juntas otra vida es posible, más bella y justa.

Saludamos con esta viva promesa la celebración y nuestro encuentro de hoy.

¡Zapata Vive! ¡La lucha sigue!

Biji Pisgiriya gelan!

¡Mujer, Vida, Libertad!

¡JIN JIYAN AZADI!

FUENTE: Kurdistán América Latina