Todas y todos a la casa del genocida
A cincuenta años de la masacre del 10 junio de 1971, el Comité 68, HIJOS México y otros colectivos convocaron a un escrache en la casa del responsable de esa masacre: Luis Echeverría Álvarez. Días antes se había convocado como punto de reunión en la Plaza Lídice, en San Jerónimo Aculco Lídice, al sur de Ciudad Monstruo, muy cerca de la casa del genocida.
La sorpresa ocurrió al llegar al lugar y ver que las autoridades de la Alcaldía Magdalena Contreras habían decidido celebrar un acto cívico en la Plaza Lídice, visiblemente rodeadas de militares. Ese mismo cuerpo castrense que hace 50 años entrenó al grupo paramilitar “Los Halcones” para reprimir a los estudiantes que se manifestaron aquel 10 de junio en el norte de la ciudad.
A los pocos minutos después de las 11 de la mañana los colectivos dejaron atrás la pequeña plaza llena de soldados y se dirigieron a la casa del expresidente Luis Echeverría. Cuando llegó el contingente se comenzó a llenar la puerta de la casa del asesino con cárteles con leyendas como “Genocida cerca” y “Ni perdón ni olvido”. Un grafiti en una de las casas de enfrente mostraba el rostro de Echeverría disparándose a sí mismo con las siguientes palabras “¡Genocida! ¡Aunque te alcance la muerte, nunca descanses en paz!” En la calle, en las banquetas, en los postes se pintaron calaveras y consignas. También se lanzaron huevos a la puerta de la casa y, más tarde, unas piedras anónimas rompieron el vidrio de una ventana.
“Los muertos por el 2 de octubre, el 10 de junio y la guerra sucia serán vengados aunque nosotros estemos bajo tierra”, dijo La Nacha al tomar la palabra. Ella es integrante del Comité 68 y sobreviviente de la masacre de Tlatelolco. También habló David Roura, sobreviviente de la masacre del 10 de junio; él leyó el poema “Silencio culpable” y aventó huevos a la puerta del genocida, en recuerdo de las masacres ordenadas por Echeverría y Díaz Ordaz. También estuvieron integrantes de HIJOS México quienes, en voz de una compañera, recordaron la impunidad en que vive Luis Echeverría desde hace 50 años, bajo cobijo de todos los presidentes que le sucedieron, incluyendo a Andrés Manuel López Obrador.
“!Alerta, alerta a los vecinos¡ ¡Al lado de su casa está viviendo un asesino! ¡Alerta, alerta a la vecina! ¡Al lado de su casa está viviendo un genocida!” Fueron unos de los gritos que retumbaron junto con la batucada en toda la calle, para recordar que entre los colectivos y los movimientos sociales no hemos olvidado que Luis Echeverría Álvarez sigue impune por el Halconazo y los demás crímenes que ordenó.
Compartimos unas fotografías del escrache y los audios de quienes tomaron la palabra.
David Roura
HIJOS México
La Nacha
Cierre de la manifestación
Consignas