De los Pedregales a la UNAM. En el año 1999, días de huelga

De los Pedregales a la UNAM
En el año 1999, días de huelga en la UNAM

Dedicado a Doña Elenita, incansable luchadora de los Pedregales

Una huelga tiernita, juvenil. Sí… de nuestras jóvenes estudiantes que con mucha madurez defendieron la educación gratuita para las siguientes generaciones. La universidad la paga el pueblo, ¡qué sea para el pueblo! ¡No a las cuotas, no a la privatización! Las consignas escritas en los muros, fieles testigos de la huelga. También se escribían poemas junto a las barricadas. Los estudiantes despertaron nuestra consciencia para ver la realidad social que vivimos. Los medios de comunicación se expresaban muy mal del movimiento. Decían que estaban destruyendo la universidad, que eran unos vándalos. Como ya no creemos en las noticias de radio y televisión nos organizamos Tere, Angélica, Elenita y las madres religiosas Catita, Vicki, Chabe y otras. Fuimos a la universidad y nos dimos cuenta que estaban organizados. Para todo tenían comisiones. Nos invitaron a comer en el “Che Guevara”, les agradecimos y les dijimos que el arroz estaba riquísimo: Gaby y Celia, nuestras compañeras, propusieron que realizáramos un rosario y así lo hicimos en varias facultades pidiendo la protección del joven Jesús de Galilea con un canto que dice así:

Cristo, Cristo Jesús identifícate con nosotros,
no con la clase opresora que exprime y devora a la comunidad,
sino con el oprimido, con el pueblo mío, sediento de paz.

Un poquito del canto. Y así seguimos haciendo oración en plena universidad, también llevamos incienso. Pero donde Gaby regó mucha agua bendita fue en Rectoría, dijo que allí se sentía algo malo, como diabólico. Los acompañamos en las marchas hermosas como hermosa es la lucha del pueblo. En la marcha vimos a una niña como de dos años. En el pecho llevaba un cartelito que decía “Hoy aquí, mañana en la UNAM”. La joven mamá nos dijo que su hija se llama Aurora. Una señora muy emocionada gritó: ¡Vivan las jóvenes de mi patria! Los estudiantes en sus consignas se identificaban con todo el pueblo, decían “soy el obrero, el campesino” y así nombraron a todo el pueblo trabajador. Apoyamos en las mesas de consulta. Elenita y otra compañera fueron a la Universidad Latina que se ubica en Eje 10 para impedir que hicieran clases extramuros, dijeron que estaban orgullosas de la huelga y no iban a permitir clases falsas. Así estudiantes y maestros de buen corazón afirmaron un compromiso y resistencia. En las movilizaciones había días que no comían o si acaso una fritura de las que venden los carritos.

5 de febrero del año 2000, 5 de febrero día de la Constitución que el gobierno nunca respeta. En el tutelar para menores que se ubica en Obrero Mundial niños por defender el sagrado derecho a la educación. Fuimos a pedir la liberación de nuestros hijos, porque así los consideramos. Escuchamos cómo los ponían a marchar. Ya muy noche entregaron la ropita: playeras, pantalones, algunos muy amplios de los que llegan al piso, gorras de las tejidas, etc.

6 de febrero. Una acción gris del gobierno quedará marcada en la historia. Domingo muy temprano entró la Policía Federal Preventiva a la universidad. Siete de la mañana. Noticias del canal 2, Guillermo Ochoa se ve muy contento justificando al rector. Jorge Madrazo, Diodoro Carrasco, Zedillo, Orihuela y otros que estaban en contra del pueblo justificaban la acción militarizada. Lloramos porque golpearon a los estudiantes y porque la universidad estaba gris con la bota militar. La tristeza y el dolor no nos callaron. Marchas, mítines, carteles, gritábamos muy fuerte: ¡presos políticos, libertad! Los padres de familia se organizaron, instalaron en plantón en la explanada. Llevaron acopio Juanita, Carlos, Sonia, Nicho, etc. Y así llegó acopio de varias colonias. También llegaron de Neza y allí cocinaban para todos. Los padres de familia hicieron pintas con su propia sangre, otros se crucificaban simbólicamente. Gracias a la huelga, al sufrimiento que tuvimos que enfrentar, pero sobre todo gracias a la organización y decisión de los estudiantes para defender la EDUCACIÓN para el pueblo. Hoy vemos a otras generaciones en la UNIVERSIDAD. Con sus sonrisas juveniles, sus caricias, sus sueños, sus cantos donde los pirules florecen y con sus ramitas los protegen. Y así estudiando y poniendo en práctica lo que dijo José Martí: SER CULTOS PARA SER LIBRES.

¡VIVA LA LUCHA DE TODOS LOS JÓVENES DEL MUNDO!
18 de abril de 2004

Doña Fili